Un uso más inteligente de la energía será fundamental para encarar el otoño y sobre todo el invierno en España. Las cosas se están complicando: esta semana terminan, en teoría, los trabajos habituales de mantenimiento del gasoducto Nord Stream, que transporta gas de Rusia a través del Mar Báltico hasta Alemania, y nadie asegura que […]
NacionalDirigentes Digital
| 20 jul 2022
Un uso más inteligente de la energía será fundamental para encarar el otoño y sobre todo el invierno en España. Las cosas se están complicando: esta semana terminan, en teoría, los trabajos habituales de mantenimiento del gasoducto Nord Stream, que transporta gas de Rusia a través del Mar Báltico hasta Alemania, y nadie asegura que el suministro vuelva a reanudarse.
De cualquier forma, la Comisión Europea ya espera que se detenga al 100% antes de que acabe el año el suministro de gas ruso y España, incluso, poco dependiente del gas ruso hasta la fecha, está elevando sus compras al país en el último mes, como ahora veremos. Una menor llegada de gas desde Rusia podría terminar en un escenario de escasez en toda la Unión y en nuestro país en los próximos meses, de lo que ha avisado ya la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
El mapa del suministro de gas a España, las importaciones que recibimos, provenían habitualmente de Argelia. En 2021, según los datos de CORES, la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos, la mayoría de esta materia prima nos llegaba de Argelia. En concreto, un 42,83%, mientras se convertía en nuestro principal proveedor seguido de Estados Unidos, que alcanzaba el 14,4% de nuestras importaciones.
Ese panorama comenzó a cambiar antes incluso de la llegada de la invasión de Rusia sobre Ucrania. De hecho, ya en el mes de enero de este año, el gas americano llegaba en un 34,6% frente al argelino, que quedaba relegado al 25,4% de las importaciones de gas a nuestro país. Pero ya entonces, el tercero en la lista de nuestras compras de gas era Rusia y, en marzo de este 2022, ya le comprábamos a Vladimir Putin, más gas que un año antes.
En el primer trimestre de este año nos hemos gastado en comprar gas del exterior algo más de 5.400 millones de euros. Y esa cifra supone pagar esta materia prima a precio de platino, porque hemos gastado un 308% más entre enero y marzo de 2021. Y solo al comprar un 16% más del producto. Ahora mismo, los últimos datos que tenemos encima de la mesa son los de junio y nos indican que, tras el conflicto del Gobierno español con Argelia, Estados Unidos se ha convertido en el primer país del que importamos gas a España. Un 29,6% del total que compramos al exterior. Desde que en octubre pasado comenzaron las desavenencias, por el cambio de postura de España sobre el Sáhara en su acercamiento a su acérrimo enemigo, Marruecos, el panorama de compras de gas ha cambiado. Argelia es nuestro tercer vendedor y Rusia, se ha convertido en el segundo, al que le hemos comprado casi 1 de cada 4 gigavatios hora que adquirimos en los mercados internacionales.
De completarse la caída de las compras a Rusia, que eran nimias antes de que estallara el conflicto, y los problemas con Argelia, tendremos que buscar nuevos proveedores para no elevar más la dependencia de Estados Unidos o de Argelia, que cada vez nos vende menos y a precios más caros.
A comienzos del mes de julio las reservas de gas de España alcanzaban el 72,9% del total y la ministra Ribera destaca que no afrontamos problemas de seguridad de suministro, como otros socios mirando a Alemania. Pero aun así y ante posibles problemas, están elaborando un Plan de Contingencia para afrontar un escenario de escasez cada vez más cercano.
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