La pandemia del coronavirus ha dado un vuelco de 360 grados a la forma de vivir y trabajar de los ciudadanos. Tras decretarse el pasado sábado el estado de alarma, el silencio en las calles se ha intensificado aún más. En materia laboral, desde el Gobierno se ha manifestado la prioridad de facilitar el teletrabajo […]
NacionalDirigentes Digital
| 19 mar 2020
La pandemia del coronavirus ha dado un vuelco de 360 grados a la forma de vivir y trabajar de los ciudadanos. Tras decretarse el pasado sábado el estado de alarma, el silencio en las calles se ha intensificado aún más. En materia laboral, desde el Gobierno se ha manifestado la prioridad de facilitar el teletrabajo siempre que así sea posible, frente a cualquier otra medida.
Esta situación ha dejado vacías miles de oficinas en el país. Pero por poco tiempo. Ahora es el momento de que sean ocupadas por los equipos de desinfección, que aprovechan esta coyuntura para eliminar cualquier rastro del virus.
De hecho, “es una buena oportunidad para realizarlo, ya que los tratamientos de desinfección ambiental obligan a cumplir un plazo de seguridad de al menos tres horas, durante el tratamiento y en ese periodo, las instalaciones tienen que estar libres de personas”, explica a DIRIGENTES Jacinto Díez, director de comunicación de Rentokil Initial España. A este respecto, añade que “los productos desinfectantes tienen muy poco valor residual, es decir, su efecto se prolonga muy poco en el tiempo, por lo que se hace necesario, en espacios que estén ocupados por personas, realizar una programación en continuo de desinfecciones”.
No obstante, la otra cara de la moneda refleja la parte de la población que todavía tiene que continuar su actividad laboral de forma presencial, con lo que tienen que extremar las medidas de prevención e higiene. En este sentido, desde la empresa de higiene ambiental recomiendan “una limpieza y desinfección constante de los espacios, el teletrabajo en los puestos posibles, mantener la distancia, reuniones imprescindibles presenciales, incluso desde distintas salas y, por supuesto, el lavado de manos”.
El trabajo de desinfectar un país entero también se traduce en un esfuerzo económico. A este respecto Jacinto Díez recalca que el coste de las desinfecciones es mínimo en comparación con las repercusiones económicas globales que estamos teniendo. “Estamos prácticamente realizando una frenada en seco de la actividad económica”. Advierte que “más allá del impacto económico de implementar medidas de limpieza y desinfección, debemos pensar en cuáles son las consecuencias de no hacerlo, que es en gran parte lo que estamos viviendo en estos momentos”. Concluye que la falta de higiene de los espacios eleva la probabilidad de contagio de enfermedades virales como el Covid-19.
Las medidas de desinfección de los espacios públicos que se están llevando a cabo en las ciudades requieren de una acción conjunta de la población y el personal encargado de la higiene. Desde Rentokil Initial, aclara que “de nada sirve desinfectar un espacio si después las personas que lo van a ocupar no cumplen estrictamente con los protocolos de higiene que dictan las autoridades sanitarias“.
Aquellos negocios que dispensen productos de primera necesidad a los ciudadanos, tienen que continuar su actividad, por lo que la incertidumbre se instala en estos negocios al tener que estar expuestos al virus. Es por ello que los empleados de los comercios deben estar al tanto de las medidas de prevención (de higiene personal, de limpieza en el establecimiento o de organización del personal), así como lo que hay que hacer en caso de sospechar que sufren la enfermedad. Todo esto es imprescindible, ya que son las personas que preparan los alimentos que los repartidores llevan a domicilio.
Con el objetivo de reforzar la información para frenar la expansión del virus, la Secretaría de Estado de Comercio del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha preparado una ‘Guía de buenas prácticas para los establecimientos del sector comercial’, en la que se incluyen medidas de prevención general, higiene personal y del establecimiento, poniendo el foco en las zonas comunes y de venta al público. Para ello, se han tenido en cuenta las instrucciones elaboradas por el Ministerio de Sanidad y las propuestas de asociaciones y sindicatos. Pueden consultarla aquí.
En la lucha contra el coronavirus existen otros enemigos que se propagan a la misma velocidad. “En una era de fakenews y tecnologías al alcance de todos, es muy fácil que se genere desinformación, muchas veces motivada por el mismo desconocimiento de la enfermedad y sus características”, señala el director de comunicación de Rentokil Initial España. Entre los bulos que van circulando se encuentran enjuagarse la nariz con una solución salina, comer ajos o no recoger paquetes procedentes de China o que la luz ultravioleta elimina el virus.
En este sentido, desde la compañía también han puesto en marcha una campaña informativa sobre el Covid-19 con todas las informaciones al respecto. “Nuestra recomendación es clara, antes de difundir cualquier tipo de información, hay que contrastarla con medios oficiales”. Así se podrá vencer a los enemigos asociados al coronavirus.