Muchos refranes populares hablan de la conveniencia de resguardarse cuando se aproximan nubes en el horizonte. Las empresas y hogares españoles los conocen bien, y los mantienen muy presentes por la cercanía de la última crisis económica, cuando les tocó abrocharse el cinturón y recortar gastos. El crecimiento de la formación bruta de capital fijo, […]
NacionalDirigentes Digital
| 21 feb 2020
Muchos refranes populares hablan de la conveniencia de resguardarse cuando se aproximan nubes en el horizonte. Las empresas y hogares españoles los conocen bien, y los mantienen muy presentes por la cercanía de la última crisis económica, cuando les tocó abrocharse el cinturón y recortar gastos.
El crecimiento de la formación bruta de capital fijo, en otras palabras, de la inversión empresarial sufre en el último trimestre de 2019 la primera caída desde 2013. Así, la inversión cayó ligeramente, un 0,01%, frente al aumento del trimestre anterior, que fue del 1,86%.
Los datos son más inquietantes si se atiende al tipo de activos en los que se invierte. En concreto, la inversión en activos fijos materiales, aquellos como maquinaria y los necesarios para que las empresas lleven a cabo su actividad, cayó un 1,1%, frente al aumento del 1,3% del tercer trimestre.
Las cifras revelan conclusiones similares para el consumo doméstico. Desde el tercer trimestre de 2008 hasta el cuarto trimestre de 2013, los hogares españoles recortaron sus gastos. Cinco años continuos de descensos en la demanda nacional, tal y como se desprende de los registros del INE. Desde entonces, esta magnitud continúa creciendo, aunque comienza a dar signos de desgaste.
Existen datos referentes a los bienes duraderos, aquellos como coches o electrodomésticos, que muestran que los hogares españoles llevan reduciendo sus gastos desde el cuarto trimestre de 2018. En tasa interanual, las últimas cifras revelan que en los últimos tres meses de 2019 el gasto en bienes duraderos se redujo un 1,3%. Lo mismo ocurre con el sector exterior.
Si bien es cierto que las exportaciones continúan aumentando a buen ritmo (+3,4% en el último trimestre de 2019) las importaciones comienzan a moderar su crecimiento. Por ejemplo, el crecimiento de las importaciones de servicios se redujo desde el 9,6% en el tercer trimestre, hasta el 1,3% en el último trimestre, lo que viene a confirmar el descenso en el ritmo de consumo de los hogares.
A pesar de que es el primer trimestre en el que estas variables sufren recortes o moderan su crecimiento desde 2013, tanto el consumo como la inversión resultan claves para estimular la actividad económica. De hecho, pueden servir como medidor para inferir que la economía española pierde fuelle.
En línea con estos datos, el Banco de España señala que tanto empresas como hogares comienzan a moderar su demanda de crédito. Según la institución, los datos de finales de 2019 muestran que “la financiación captada por hogares y por empresas no financieras crecía a ritmos muy moderados, algo inferiores a los registrados en la primera mitad del año”.
Como apuntaban algunos dirigentes bancarios españoles, el descenso de los tipos de interés no está revitalizando la economía tanto como se podría esperar o, dicho de otro modo, la potencia de fuego de estas medidas se está reduciendo. El Banco de España da cuenta de esta situación al explicar que “a pesar del reducido nivel de los costes de financiación, y en un contexto de deterioro de las perspectivas macroeconómicas, la demanda de crédito bancario habría disminuido en todos los segmentos durante la segunda mitad del ejercicio pasado”.