La nueva movilidad pone el turbo

“La movilidad la define el ciudadano”, dijo José Vicente de los Mozos, presidente de ANFAC y Renault España, durante la Cumbre de la CEOE de este mes de junio. La patronal de fabricantes de vehículos advierte de que el sector debe moverse en la misma dirección que los cambios tecnológicos y las demandas de la población. A la vez, las circunstancias han hecho imprescindible el lanzamiento de un Plan de Impulso a la Automoción por parte del Gobierno, para compensar las previsiones negativas de la industria. En 2020, el sector espera vender 700 mil coches menos que a principios de año.

El objetivo del plan es reactivar un sector que ha frenado en seco durante la pandemia. De los Mozos afirma que esta crisis no ha hecho más que “acelerar los problemas de sobrecapacidad que tenemos en Europa”. Esta crisis de demanda llega a la par que un “cambio tecnológico importante”, en el que se introducen “nuevas tecnologías” que deparan una “nueva movilidad”, tal y como la definió el principal portavoz de los fabricantes españoles.

Como se explicó durante el encuentro organizado por CEOE, el modelo de negocio se está transformando. Aunque sigue en vigor la compra de un vehículo para su uso, cada vez es más frecuente entender la movilidad como un servicio. Por ello, el presidente de ANFAC afirma que el sector de anticiparse a nuevos segmentos de negocio, como el de la movilidad compartida o todo lo que tenga que ver con el uso de datos para mejorar la experiencia del usuario.

También la sostenibilidad adquiere relevancia en la metamorfosis de la automoción. De los Mozos hace hincapié en las ventajas que tiene “incentivar coches 0 emisiones y los eléctricos”. Los propios fabricantes pueden verse beneficiados de un aumento de la demanda de este tipo de vehículos, que puede ayudar a la industria a dar vida a productos de futuro, “no residuales”.

Sin embargo, no solo las marcas deben poner empeño en avanzar hacia una movilidad sostenible. De los Mozos urge a la parte pública a “acelerar la infraestructura” necesaria para facilitar la recarga de los vehículos eléctricos. Según los últimos datos de Red Eléctrica de España, los usuarios de los coches eléctricos disponen de 613 puntos públicos de recarga. A estos se suman los 1.700 puntos de recarga en las estaciones de Repsol, los más de 8.000 que pretende instalar Endesa hasta 2023, o los de Iberdrola, que pretende poner a disposición de los usuarios un punto de recarga por cada 50 kilómetros.

Renovar el parque

Teniendo en cuenta que solo el 1% de los coches que se compran en España son eléctricos, aún deberán pasar décadas para que el parque móvil se parezca a lo que las autoridades públicas ambicionan. Por ello, el presidente de ANFAC insiste en que el principal problema que tienen los vehículos que circulan por España es la antigüedad, un aspecto que marca la diferencia en las emisiones que producen.

“Un motor diésel de hoy emite 10 veces menos que uno de hace 10 años”, expuso de los Mozos. “No es limpio, pero el nivel de polución es muy bajo”, explicó, por lo que una de las principales medidas a corto plazo para incentivar el cambio y la reducción de las emisiones debe pasar por la renovación del parque móvil, con una antigüedad media de 12 años.

De hecho, la compra de vehículos nuevos es uno de los puntos que se marca el denominado Plan de Impulso a la cadena de valor de la Industria de la Automoción, hacia una movilidad Sostenible y Conectada. Está dotado con un presupuesto de 3.750 millones de euros que se activará este año 2020, con “medidas de impacto a corto plazo”, y también durante 2021, con algunas medidas denominadas “estratégicas de medio plazo”, según se detalla en el propio plan que dio a conocer el Gobierno hace unas semanas.

De los 3.750 millones de euros, la renovación del parque de vehículos acapara 450 millones. Las ayudas directas para particulares, pymes y grandes empresas oscilan entre los 300 y 4.000 euros, para aquellos turismos con etiquetas CERO, ECO y C. Los particulares podrán optar a ayudas de entre 400 y 800 euros para la adquisición de vehículos con la etiqueta C, entre 600 y 1.000 para vehículos ECO, y 4.000 euros para coches cero emisiones.

En el caso de las pymes, las ayudas van desde los 350 a los 650 euros para coches con etiquetas C, entre 500 y 800 en el caso de los vehículos ECO, y 3.200 para los que no produzcan emisiones. En el caso de las grandes empresas, el reparto de ayudas alcanza un mínimo de 300 euros y un máximo de 550 euros para los vehículos tipo C, entre 450 y 700 euros para vehículos ECO, y 2.800 euros para vehículos CERO. Asimismo, se incluyen otras ayudas para comerciales ligeros, con ayudas que van desde los 700 hasta los 4.000 euros.