Si la banca hiciera jugara a un pasatiempo parecido a “busca las siete diferencias”, encontraría que han cambiado más de siete cosas en los últimos veinte años. El proceso de transformación que ha vivido -y tiene por delante- el sector no solo ha tenido que ver con la tecnología, sino con los nuevos actores que han aparecido en el mercado y con las demandas cambiantes de sus clientes.

Esas demandas son las que ha analizado Smartme Analytics, a través de su estudio CENTRIx, que salió a la luz en el contexto del evento Revolution Banking organizado por IKN. Las principales conclusiones del análisis dejan claro que las normas que regían el sector en el pasado han dejado de valer.

En dicho estudio se puede inferir cómo la banca se sitúa como el sector peor valorado por los clientes, en un informe que incluye otros cinco segmentos de actividad como las telecomunicaciones, los restaurantes y la comida a domicilio, la moda, el retail, los supermercados y la banca.

Lo que también ha revelado el informe es que los jóvenes son más generosos con la opinión que dan de los bancos. En concreto, los clientes menores de 25 años valoran a las entidades un 4,3% mejor que la media. Este hecho se relaciona con la creciente demanda digital de los clientes y usuarios. Así, según aparece en CENTRIx, la aplicación móvil se sitúa como el canal más utilizado para buscar información, además de realizar operaciones o, en menor medida, contratar productos.

En ese sentido, el estudio llama la atención sobre la pérdida de importancia de los canales tradicionales como pueden ser la oficina o el teléfono. Por otro lado, destaca que los bancos nacidos en “el mundo digital” son los que mejor puntuación tienen para los usuarios. El mejor valorado es ING, con una nota de 81 puntos sobre 100, seguido de OpenBank y Bnext, ambos con 78,8, N26, con 78,2, e ImaginBank, con 78 puntos.