Nacional
Entre las empresas que no han tenido otra opción que detener su actividad y las que están adaptándose al teletrabajo, el entorno productivo ha sufrido un vuelco. Ante eso, la flexibilidad operativa resulta clave.
16 DE noviembre DE 2020. 08:33H | Mario Talavera
El mundo en 2020 no tiene nada que ver con el de 2019. En apenas cuatro meses, las calles se han abarrotado de silencio y vacío, como en una película distópica. Las palmas han dejado de batirse en las gradas de los teatros y en los recintos deportivos para trasladarse a los balcones y, en vez de reconocer a quienes les entretienen, aplauden a los que continúan haciendo su trabajo a pesar del miedo.
Los comercios han bajado sus persianas indefinidamente y sin saber si volverán a alzar...