El balance de 8 jornadas de debate y propuestas deja claras las peticiones de los empresarios españoles: reducir la incertidumbre al mínimo. Además de ortodoxia en las declaraciones públicas y ayuda para el tejido productivo español, los 150 empresarios que han participado en “Empresas Españolas Liderando el Futuro”, de CEOE, apuestan por que esta crisis sirva para sentar las bases de una economía más productiva e integrada en Europa.
En la presentación de las conclusiones, Pablo Isla, presidente de Inditex, asegura que Europa es “lo que nos ha aportado bienestar, seguridad y progreso”, por lo que debe suponer la apuesta central del país. Por su parte, el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, se muestra satisfecho del “ejercicio de responsabilidad” que ha supuesto la cumbre que pretendía mostrar el camino para “sacar a España de esta crisis”. “Pocas veces se va a ver una fotografía tan completa”, comenta Garamendi sobre el amplio elenco de empresarios que han participado.
Aunque la celebración de estas jornadas ha dado para muchas propuestas y conclusiones, Isla las resumió en 10 que, a su juicio, deben servir para que España salga fortalecida de la crisis. A continuación, las conclusiones de la cumbre desde el punto de vista de CEOE:
- Visión de medio y largo plazo para llevar a cabo las inversiones necesarias para hacer de España un país más competitivo, resiliente y sostenible. La transición energética es fundamental para alcanzar esta sostenibilidad. España puede acelerar las inversiones en energías verdes, que además pueden tener un efecto arrastre en el corto plazo.
- La confianza a través de la seguridad jurídica es fundamental. Esa confianza es clave para generar credibilidad y atraer y retener inversiones.
- Consenso y diálogo social para llegar a acuerdos que nos ayuden a salir de la crisis. No se deben revertir reformas que han generado crecimiento económico y mejora del bienestar, y en todo caso se deben mejorar aquellos aspectos en los que exista margen.
- Un marco regulatorio más flexible y adaptado a los cambios de la economía española.
- Colaboración público-privada para mejorar la eficiencia y calidad en la prestación de servicios públicos tanto en el ámbito de la educación y la sanidad como en el de las infraestructuras.
- Conservar el tejido productivo a través de medidas que están funcionando, como los ERTEs o las líneas de avales públicos, adaptándolas y acompasándolas a la evolución de la actividad económica de cada sector.
- Reindustrialización para generar un empleo de calidad y mejor remunerado. El objetivo debe ser alcanzar un peso del 20% sobre el PIB. Aquellos territorios que superan este porcentaje son los que también presentan menores niveles de desempleo.
- Innovación y digitalización del tejido productivo, sobre todo de las pequeñas y medianas empresas y de la Administración pública.
- Estabilidad presupuestaria. Hay que disponer del gasto público necesario en el corto plazo para salir de la crisis, y volver a una senda de estabilidad fiscal a medio y largo plazo. Para ello, hay que promover el crecimiento económico y evitar, sobre todo, subidas impositivas en momentos de crisis económica. Otros países europeos están aplicando rebajas de impuestos para salir de la crisis.
- Igualdad de oportunidades y el crecimiento inclusivo a través de la formación y la educación. La prioridad son las personas y el empleo, la mejor fórmula de inclusión social; también que no debemos dejar a nadie atrás en la recuperación y en las transformaciones energéticas y digitales. Por último, apuesta por revitalizar el contrato social.