Lo escueto de las respuestas que da la OMS en Europa a este medio evidencia la magnitud de la pandemia que enfrenta el mundo, en un ejercicio de escasa transparencia que difícilmente justifica la prudencia. Desde la organización se insiste en que es un problema dinámico y en evolución constante, por lo que las decisiones […]
NacionalDirigentes Digital
| 06 abr 2020
Lo escueto de las respuestas que da la OMS en Europa a este medio evidencia la magnitud de la pandemia que enfrenta el mundo, en un ejercicio de escasa transparencia que difícilmente justifica la prudencia. Desde la organización se insiste en que es un problema dinámico y en evolución constante, por lo que las decisiones se van tomando sobre la marcha y el análisis se deja para más adelante.
La principal dificultad que representa el brote de nuevo coronavirus es que "es una enfermedad sin vacuna ni tratamiento", comenta un portavoz de la OMS en Europa a DIRIGENTES. Por ello, el conocimiento de la enfermedad "está cambiando rápidamente". La OMS afirma que se están aprendiendo lecciones en todos los países, que sirven de guía para los demás.
Preguntado acerca de los errores de la propia OMS y de los gobiernos al encarar la pandemia, el portavoz de la organización sanitaria elude la respuesta e indica que "no es el momento de señalar con el dedo, sino de actuar de manera solidaria y asegurar que cada país esté preparado y responda de la manera más amplia y eficaz posible".
La pandemia está teniendo especial gravedad en dos países del sur de Europa, como son Italia y España. En este último caso, la OMS dice que "es demasiado pronto" para saber la razón por la que el brote se ha extendido de esta manera en los distintos países. Lo que sí se asegura es que lo que ocurre en Europa puede extenderse a otros lugares del mundo.
"Nadie debería asumir que lo que está ocurriendo ahora en Europa en términos de incremento de la pandemia no puede ocurrir en su región o país", explican la organización. Asimismo, se avisa de que los países deben prepararse para "intensificar sus medidas de respuesta en caso de un aumento repentino de los casos".
Hay consenso en que el confinamiento y la limitación de la movilidad es la medida más inmediata para frenar la expansión del virus. Sin embargo, la OMS aclara que se trata de "ralentizar" los contagios para que los sistemas sanitarios puedan enfrentar la crisis. Así, las medidas de distanciamiento físico "no detendrán esta pandemia por sí solas".
El enfrentamiento de dicho problema requiere "invertir en un enfoque integral y combinado", que consiste en "aislar, probar, tratar y rastrear" el virus. En todo caso, el momento actual no facilita vislumbrar la vuelta a la normalidad. "No podemos hacer predicciones, pero podemos decir que el curso de la pandemia estará determinado por las medidas que tomen los países", razonan.
La pandemia se encuentra en una fase en la que "es imposible" decir si afectará a los hábitos de vida y a la forma de enfrentar las crisis. Lo que sí parece claro es que "las mejoras de higiene reducirán la transmisión de muchas enfermedades si se convierten en un cambio de comportamiento duradero". Entre estas mejoras se encuentran ejemplos como el lavado de manos o la prudencia al toser y estornudar.