La unión de biología y tecnología, bajo el término biotecnología acuñado por el ingeniero húngaro Karl Ereky en 1919, han dado lugar a un sector con un alto poder de transformar y mejorar la vida de millones de personas en el mundo. De hecho, las empresas biotecnológicas tienen un impacto destacado en la economía española […]
NacionalDirigentes Digital
| 08 jul 2019
La unión de biología y tecnología, bajo el término biotecnología acuñado por el ingeniero húngaro Karl Ereky en 1919, han dado lugar a un sector con un alto poder de transformar y mejorar la vida de millones de personas en el mundo. De hecho, las empresas biotecnológicas tienen un impacto destacado en la economía española generando el 0,7% del PIB, con un total de más de 7.000 millones de euros. Además, generaron más de 92.000 empleos y más 2.500 millones de euros para las arcas públicas, según reflejan los datos del informe Asebio (Asociación Española de Bioempresas).
El número de empresas Biotech en España mantiene una tendencia de crecimiento desde 2013. El mercado de la biotecnología, a nivel mundial, también se encuentra en una etapa de crecimiento estable, lo que le erige como uno de los más atractivos para los inversores, gracias al positivo escenario que presentan. Pese a que tradicionalmente, España es un país en el que se realizan inversiones de menor riesgo, el incremento que ha experimentado en este país refleja la tendencia de lo que ocurre en el sector a nivel mundial. De hecho, la inversión en biotecnología no para de aumentar, según comenta a DIRIGENTES el CEO de Capital Cell, Daniel Oliver, plataforma de financiación participativa especializada en inversión en empresas del sector salud. Sin embargo, señala que no estamos ante una revolución tan famosa como fueron en su día las ‘Puntocom’. En cualquier caso, desde el año 2008 “la biotecnología es el sector de inversión con mayor rentabilidad del mundo”.
¿Qué motiva el interés de los inversores y empresas hacia el sector Biotech? Pese a que se trata de un tipo de inversión muy especializada “la gente va perdiendo el miedo a su complejidad y le va pesando que la rentabilidad sea muy fuerte“. Otro aspecto es “el impacto social de este tipo de inversiones que también es muy fuerte porque al final estás invirtiendo en curar el cáncer o en diagnosticar el Alzheimer”. Es decir, “el saber que tu dinero no solo te está dando una rentabilidad por encima de mercado, sino que además, estás poniendo tus ahorros a trabajar para una causa a la que seguramente donarías el dinero, lo primero de todo tienes esta ventaja social“.
Otra de las preguntas que surgen es si este “imparable” crecimiento perdurará en el tiempo. En el periodo 2016 – 2017 se produjo un ajuste y los índices de Biotech en el Nasdaq sufrieron una ligera caída. Ahora se ha retomado la tendencia alcista, según aclara Oliver, al tiempo que justifica este comportamiento dado que las farmacéuticas se han aliado a su favor y han aumentado el gasto que realizan en adquisiciones de empresas de este tipo.
Es decir, en comprar empresas de reciente creación porque son las grandes compradoras de startups biotecnológicas y reflejo del buen comportamiento de las inversiones de las farmacéuticas. El CEO de Capital Cell indica que en los últimos cinco años éstas han doblado el porcentaje de empresas en fases iniciales que han adquirido y, en general, hay un “optimismo bastante generalizado”. En definitiva, destaca la solidez de un mercado tecnológico emergente como el Biotech al tiempo que ve complicado que deje de crecer o se desacelere en los próximos años.
Por su parte, el presidente de Asebio, Jordi Martí, concluye en el informe que “apostar por un sector tan transformador como el biotecnológico supone mejorar la vida de millones de personas y ayudar a resolver algunos de nuestros mayores desafíos sociales y generacionales”.