La amenaza del coronavirus sigue propiciando la respuesta de distintos bancos centrales por todo el mundo. El último en actuar ha sido el Banco de Canadá, quien asegura que “si bien la economía de Canadá ha estado operando cerca del potencial con la inflación en el objetivo, el virus COVID-19 es un shock negativo material para las perspectivas canadienses y globales, y las autoridades monetarias y fiscales están respondiendo”.
Desde la entidad dibujan el escenario que les ha llevado a tomar la decisión de actuar. “La actividad comercial en algunas regiones ha caído bruscamente y las cadenas de suministro han sido interrumpidas. Esto ha reducido los precios de los productos básicos y el dólar canadiense se ha depreciado”, explica. El banco central canadiense considera probable que “a medida que se propague el virus, la confianza de las empresas y los consumidores se deteriore, lo que deprimirá aún más la actividad”.
De momento, ve evidente que el primer trimestre será más débil de lo esperado por la entidad,l a lo que contribuyen aspectos nacionales como “los bloqueos de las líneas ferroviarias, las huelgas de maestros de Ontario y las tormentas de invierno en algunas regiones”, situaciones que están frenando la actividad económica en los primeros tres meses del ejercicio.
El banco central de Canadá asegura estar preparado para ajustar aún más la política monetaria si fuese necesario para sostener el crecimiento y mantener la inflación en su objetivo. Además, asegura que se encargará de que el sistema financiero del país cuente con suficiente liquidez. Junto a ello, señala que “continúa monitoreando de cerca las condiciones económicas y financieras, en coordinación con otros bancos centrales y autoridades fiscales del G7”.
2020-03-04 15:55:39