Tras el acuerdo alcanzado con varios fondos de inversión estadounidenses, el presidente argentino Mauricio Macri necesitaba el aval del Senado para desbloquear el pago de su deuda en default. La derogación de dos leyes formuladas por la anterior mandataria Cristina Fernández de Kichner, fue aprobada por 54 votos a favor y 16 en contra, tras un extenso debate. A favor votaron no sólo la coalición oficial Cambiemos, sino también muchos senadores de la oposición, incluyendo a algunos peronistas, según Reuters.
Ahora Argentina realizará una emisión de bonos para hacer frente a la deuda de los acreedores que, en 2005 y 2010, se negaron a una reestructuración. "Lo que estamos haciendo es resolviendo el tema de la deuda, no estamos aumentando la deuda. Estamos cerrando una cuestión judicial", dijo el líder del bloque del peronismo opositor, Miguel Pichetto, que votó a favor del acuerdo, pese a las críticas que recibió desde su propio partido.
El plazo para pagar a los acreedores finaliza el próximo 14 de abril, aunque ese plazo podría postergarse porque una corte de apelaciones de Nueva York debe aprobar la operación en una sesión prevista para el 13 de abril, que podría no dejar tiempo para concretar el pago.
La decisión de Macri no ha gustado a parte de la ciudadanía y decenas de personas se manifestaron frente al Congreso argentino para rechazar el acuerdo. "Abajo el pacto buitre", señalaba un cartel firmado por el Partido Obrero.
A finales de febrero, Argentina acordó en el tribunal del juez de Nueva York Thomas Griesa el pago de 4.653 millones de dólares a los principales acreedores que obtuvieron un fallo favorable en la Justicia estadounidense. Esta sentencia abría la puerta, además, a que el resto de bonistas con títulos en default se sumaran a la propuesta de pago ofrecida así que ha previsto una emisión de bonos por importe de 11.684 millones de dólares para pagar a la totalidad de los bonistas.
El presidente de centroderecha Mauricio Macri, que asumió el cargo en diciembre, ha señalado recientemente que el país necesita solucionar el problema con los acreedores para volver a acceder a los mercados internacionales de crédito y evitar así un fuerte ajuste fiscal o una ‘hiperinflación‘ derivada de una alta emisión monetaria.
Muchos expertos esperan que el acuerdo con los "fondos buitre" permita a Argentina reactivar su economía y bajar la alta inflación que sufre por la escasez de inversiones. Pero los detractores argumentan que los pagos a los bonistas implicarán un fuerte endeudamiento y abrirán la puerta a nuevos litigios legales por parte de quienes aceptaron años antes una reestructuración de deuda con términos menos favorables.
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