El resultado neto de Repsol supera los 1.500 millones de euros durante los seis primeros meses del año. La empresa ha conseguido elevar esa cifra hasta los 1.546 millones de euros en el primer semestre de 2018, lo que supone un aumento del 46% con respecto al mismo periodo del año anterior, además de registrar la cifra más alta de los últimos diez años.

Desde el punto de vista de la compañía, estos resultados tienen que ver con la flexibilidad de su modelo de negocios integrado, además de una mejora de la eficiencia. Por otro lado, reconoce que estos seis primeros meses del año han estado marcados por el aumento del precio del crudo (Brent +36%).

Por otra parte, Repsol explica que el precio del gas ha sido inferior con respecto a 2017 lo que, unido al resto del entorno internacional, ha supuesto una situación "menos favorable" para algunos negocios industriales, "especialmente la petroquímica", dicen desde la compañía.

La empresa también mejora en su beneficio neto ajustado, aquel donde se excluye el efecto patrimonial. La cifra exacta es de 1.132 millones de euros, lo que representa una mejora del 12% con respecto al mismo periodo del año anterior, cuando cosechó un beneficio neto ajustado de 1.015 millones de euros.

Además, desde Repsol señalan una reducción de la deuda neta del 64% durante el primer semestre. Así, la cifra alcanza los 2.706 millones de euros hasta junio. Durante este periodo, las acciones del grupo se apreciaron un 14%, en un ecosistema en el que su sector obtuvo cifras inferiores.