Unespa comienza el pago de las prestaciones a profesionales sanitarios afectados por la COVID-19. El pasado 7 de abril, la patronal anunció la creación de la mayor póliza colectiva del ramo de vida en España gracias a la creación de un fondo solidario puesto en marcha por 109 aseguradoras. En concreto, las compañías del sector […]
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| 19 may 2020
Unespa comienza el pago de las prestaciones a profesionales sanitarios afectados por la COVID-19. El pasado 7 de abril, la patronal anunció la creación de la mayor póliza colectiva del ramo de vida en España gracias a la creación de un fondo solidario puesto en marcha por 109 aseguradoras.
En concreto, las compañías del sector han contribuido con un total de 38 millones de euros a la puesta en marcha de esta iniciativa pensada para los trabajadores de los centros sanitarios y residencias de mayores tanto públicas como privadas de España. Con ello, se espera dar cobertura a más de 700.00 personas y “reconocer así la extraordinaria labor y el esfuerzo personal que estos profesionales realizan durante la pandemia”.
De este modo, las aportaciones han permitido suscribir un seguro de vida gratuito para este colectivo, que cubre tanto el fallecimiento como un subsidio para todos aquellos que requieran de hospitalización.
El capital asegurado en caso de muerte por causa directa de la COVID-19 asciende a 30.000 euros por persona, que recibirán sus beneficiarios, mientras que el subsidio por hospitalización incluye el pago de 100 euros al día al profesional ingresado, siempre que su estancia supere los tres días y hasta un máximo de dos semanas. Es decir, estos pagos oscilarán entre los 400 y los 1.400 euros. Los interesados pueden solicitarla en la página web de Unespa.
Esta protección tiene una vigencia de seis meses, a contar desde el inicio del estado de alarma. Es decir, cubre a todas aquellas personas que fallezcan o que hayan tenido que ser ingresadas por causa directa del coronavirus desde el pasado 14 de marzo hasta el próximo 13 de septiembre de 2020, ambos días incluidos, por lo que tiene efectos retroactivos.
En caso de que la siniestralidad sea menor que el fondo constituido, el importe sobrante se destinará a apoyar la investigación sobre el virus.