Enagás obtuvo en 2021 un beneficio después de impuestos de 403,8 millones de euros. Se trata de un resultado que mejora las previsiones en un contexto de gran incertidumbre global. 

La compañía destaca que ha cumplido todos sus objetivos por decimoquinto año consecutivo. La contribución de las sociedades participadas alcanza ya el 40,4% del beneficio después de impuestos. Esa aportación sirve para compensar los cambios regulatorios que tienen que ver con la eficiencia en la gestión del Sistema Gasista Español, según apunta Enagás.

La compañía cuenta con una sólida estructura financiera, con más de un 80% de la deuda a tipo fijo, y ha mejorado el coste financiero de la deuda, que baja hasta el 1,7%.

Durante el año pasado, se produjo un aumento de la demanda de gas natural del 5,1% con respecto a 2020, lo que tuvo que ver en gran parte con la recuperación de la actividad económica. En concreto, la demanda convencional, que representa tres cuartas partes del total, aumentó un 6,2%, gracias al incremento de la demanda comercial y también residencial, con episodios relevantes como la borrasca Filomena a principios de año.

Por otro lado, el Consejo de Administración aprobó el nombramiento de Arturo Gonzalo Aizpiri como nuevo consejero ejecutivo, en lugar de Marcelino Oreja Arburúa. Asimismo, Antonio Llardén, presidente de la gasista, permanecerá en ese cargo sin poderes ejecutivos.

Además, Enagás confirma que mantendrá su política de dividendo hasta 2026. Esta consiste en que la retribución al accionista se irá incrementando un 1%, al menos en el pasado 2021 y en 2022 y 2023.