Repsol obtuvo un beneficio neto de 2.171 millones de euros en los primeros nueve meses del ejercicio 2018, un 37% más que los 1.583 millones de euros del mismo periodo del año anterior. El beneficio neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios de la compañía, aumentó un 11%, hasta los 1.720 millones […]
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| 31 oct 2018
Repsol obtuvo un beneficio neto de 2.171 millones de euros en los primeros nueve meses del ejercicio 2018, un 37% más que los 1.583 millones de euros del mismo periodo del año anterior.
El beneficio neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios de la compañía, aumentó un 11%, hasta los 1.720 millones de euros, frente a los 1.543 millones que se registraron entre enero y septiembre de 2017.
El modelo de negocio integrado de Repsol continuó demostrando su flexibilidad y fortaleza, y contribuyó, junto con las medidas de eficiencia y creación de valor implantadas, a lograr este resultado, el mayor obtenido por la compañía al final del tercer trimestre de los últimos diez ejercicios. Todo ello, en un periodo que estuvo marcado por los mayores precios del crudo (con el Brent cotizando a una media un 39% más alta que en la misma etapa de 2017), y los menores precios del gas (con un descenso del 8% en la cotización media del Henry Hub).
El negocio de Upstream mantuvo el comportamiento positivo desarrollado durante el año, con un resultado de 1.015 millones de euros, que duplica el obtenido entre enero y septiembre de 2017 (487 millones de euros). Las medidas de su plan de sinergias y eficiencias, los mayores volúmenes de producción y el incremento de los precios de realización del crudo y del gas (38% y 16%, respectivamente, ambos con un comportamiento más positivo que los precios de referencia internacional) fueron determinantes para este buen desempeño.
El área de Downstream obtuvo un resultado de 1.098 millones de euros, con un mejor comportamiento de los negocios de Gas & Power, Marketing y GLP (Gas Licuado del Petróleo). Por su parte, las áreas de Refino y Química siguieron afectadas por la debilidad del dólar frente al euro y por un entorno internacional más complejo, a lo que se añadieron las paradas de mantenimiento realizadas en algunas de las instalaciones industriales.
El EBITDA de la compañía ascendió hasta los 5.833 millones de euros, un 24% más que los 4.715 millones del mismo periodo del año anterior, muestra de la solidez del modelo integrado de Repsol.
Durante el periodo, Repsol redujo su deuda neta un 63% respecto al cierre del ejercicio 2017, hasta situarse en 2.304 millones de euros. Por su parte, la liquidez, a finales de septiembre ascendía, aproximadamente, a 9.300 millones de euros.