Con las previsiones económicas en la mano, son muchos los inversores que están buscando activos más allá de las acciones y los bonos soberanos y corporativos. Precisamente, uno de las alternativas suele ser, casi siempre, la inversión en divisas. Sin embargo, cabe preguntarse si es buen momento para invertir en ellas.
El dólar es la moneda predominante en el mundo. El discurso oficial apunta a que no puede extender los beneficios de 2018 porque la Reserva Federal ya considera suficiente el proceso de subidas de tipos de interés. “Hemos atestiguado un máximo en el diferencial de intereses, con los inversores estadounidenses cobrando un 3% anual por concepto de carry trade solamente para neutralizar el riesgo cambiario de sus inversiones en renta variable mediante una cobertura de divisas”, explica Christopher Gannatti de WisdomTree. Sin embargo, señala que la otra cara de la moneda, es que los inversores en mercados de bajos rendimientos “necesitan pagar este carry en caso de que quisieran cubrirse del riesgo de la variación de valor del dólar frente a sus divisas locales”.
“Es necesario considerar el momento de cambio a una estrategia de mayor cobertura cambiaria.”, continúa explicando el experto. Los inversores pueden sentir que se equivocan al momento de elegir una posición cambiaria neutral y “tal vez ahora, es el momento en el que el dólar comienza a caer nuevamente.”, añade Gannatti.
En el análisis que hace la gestora WisdomTree se señala también que los factores macroeconómicos que estamos presenciando apuntan a una apreciación subsecuente del billete verde. Algo que cuadra con el análisis de otra gran experta en monedas, Danielle Di Martino Booth, economista y ex miembro de la Fed de Dallas. Como idea principal, Di Martino señala que los datos macro podrían generar una presión alcista sobre el dólar.
“Históricamente el fortalecimiento del dólar refuerza los riesgos de caída de los beneficios de las empresas multinacionales estadounidenses debido a los efectos de conversión; considere reducir la exposición de su cartera a una concentrada en torno al dólar.”, concluye la economista.
Por otro lado, la libra esterlina es otra de las divisas que más sorpresas podrían generar para este año. Un estudio reciente de JP Morgan señala que la moneda británica podría ser la que más creciera dentro del G10 en caso de que no se produjera un brexit duro. Una teoría avalada por Simon Harvey, analista de Monex Europe, quien considera que el indicador GBPUSD podría irse al rango 1,35 y el GBPEUR al 1,20 en el caso de que el nuevo acuerdo del brexit se ratifique mañana.
2019-03-12 09:49:30