Invertir en oro suena a un clásico entre los clásicos. Es el metal precioso por excelencia y un valor refugio muy apreciado en tiempos difíciles. Sin embargo, dentro de esta inversión encontramos dos formas muy diferentes de hacerlo. La primera de ellas es la tradicional y consiste en invertir en oro físico, es decir comprando lingotes, monedas u otro producto similar. “La segunda forma de invertir es mucho menos habitual, pero mucho más práctica y óptima, consiste en invertir en oro a través de productos financieros como ETFs o fondos de inversión”, nos explica Marc Frau, de Opinatron.
Lo cierto es que teniendo en cuenta las previsiones económicas, el metal dorado parece una buena opción. El pasado año, la demanda de los bancos centrales para comprar oro se disparó más de un 70%. “Actualmente la demanda del famoso metal dorado es muy elevada. La posesión del oro puede ser una de las mejores maneras de preservar su patrimonio e incluso obtener ganancias en estos tiempos de incertidumbre. A todos nos surge la misma duda que ha permanecido presente en nuestra sociedad durante siglos: ¿cómo puedo garantizar la protección de mis ahorros? Y cada vez más personas siguen encontrando la respuesta en el oro.”, analizan los expertos en inversión en oro físico, Inversoro.
¿Es recomendable invertir en oro físico?
“Depende de varios factores, pero sobre todo de la cantidad de dinero que se quiera invertir”, puntúa Frau. El experto comenta para aquellos inversores que busquen no tener el dinero parado en el banco si puede ser acertado comprar alguna onza de oro. “En cambio, para alguien que quiera invertir una cantidad de dinero considerable debería hacerlo mediante ETFs”, señala. “Por ejemplo, tener en casa más de 20.000 euros en oro puede ser un riesgo por los robos”.
Por el contrario, para Inversoro, “un ETF de oro es un fondo de inversión cotizado que negocia el oro en bolsa como único activo principal. Al igual que la crisis bancaria, las empresas de ETF son vulnerables, impredecibles y cuyo control no está en sus manos. En septiembre de 2011, la empresa de ETF London Gold Exchange inhabilitó su página web declarando su cierre oficial.”, comentan.
En el caso del oro físico de inversión, “estos hechos no le afectarían directamente, ya que no depende de ningún tercero o empresa que controle sus ganancias. Al poseerlo físicamente, es su responsabilidad y le ofrece el control y la protección absolutos de su patrimonio frente a un desastre económico si se diese el peor de los casos.”, comentan estos expertos.
¿Cuál es el riesgo de invertir en oro?
“El riesgo depende de la intención del inversor”, comienza diciendo Marc Frau de Opinatron. Señala que si se invierte con la intención de comprarlo barato para venderlo más caro en el corto plazo “el riesgo es elevado”. Sin embargo, “si la intención es guardarlo y dejar que se revalorice, el riesgo es bajo. Su tendencia a largo plazo suele ser al alza”, comenta. Además, Frau señala que alguien que hubiera invertido en oro hace 100 años habría multiplicado “por dos o por tres su inversión, ya teniendo en cuenta el efecto de la inflación”. La conclusión es que es mejor invertir en oro que tener “el dinero bajo un colchón o en una cuenta bancaria”, sentencia.
En Inversoro se muestran mucho más tajante sobre la inversión en oro físico “a pesar de la protección financiera que aporta el oro físico, en general muchos inversores optan por asignar solo una parte de su cartera de valores a la inversión en este metal. En nuestra opinión el oro debería formar parte de la cartera de valores de todo inversor”. Además, explican que la inversión grande en oro físico suele salir más barata ya que el precio del gramo de oro baja.
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