Desde principios de año, el oro ha subido más del 10% gracias, principalmente, a los bancos centrales y, más concretamente, a China.
Al gigante asiático le sobran los dólares, ya que sus exportaciones superan ampliamente sus importaciones, y para algunos de sus principales socios, como Rusia o Irán, recibir estos dólares ya no es muy útil debido a las sanciones. Por ello, están vendiendo actualmente petróleo, uranio o trigo, aceptando el oro como medio de pago.
Las tensiones geopolíticas es otro de los motivos que está impulsando su precio. La victoria electoral de Putin y la posible vuelta a la Casa Blanca de Donald Trump aumentará sin duda la inestabilidad y la incertidumbre en el planeta. Sin ir más lejos, Europa y Taiwán podrían ser los siguientes puntos de enfrentamiento mundial.
Además, en los últimos días, el bombardeo en la embajada de Irán en Siria ha provocado una escalada de tensión importante en Oriente Medio. Israel cada vez tiene menos respaldo internacional y podría facilitar que Irán cumpla su venganza.
El riesgo de impago o default por parte del gobierno americano está poniendo en alerta a los inversores, que buscan refugio en el oro. En estos momentos supera los 35 billones de dólares, lo que equivale a una deuda de más de 102.000 dólares por ciudadano, creciendo a un ritmo de 1 billón cada tres meses.
Mientras suben los tipos de interés, el gobierno hace frente a un mayor coste por la subida de los intereses, pero además podría verse obligado a la venta de bonos para cumplir con sus obligaciones. Y dada la caída en su precio podría hacer que se vendieran con grandes pérdidas. Financiar más deuda acabará en algún momento, ya que en estos momentos equivale aproximadamente al 130% del PIB del país, mientras que en 2019 era apenas del 105%, lo cual muestra cuánto ha empeorado en apenas cuatro años.
Una posible caída en los mercados financieros, dadas sus altas valoraciones, es otro de los motivos que está provocando una subida en su precio. El año pasado vimos colapsar algunos bancos regionales cuando la economía mostraba signos de fortaleza. ¿Qué pasaría en caso de una recesión? Los bancos tienden a caer como fichas de dominó cuando los tiempos se complican.
La posible subida en la inflación, que no descartamos dado el entorno de las materias primas,
también podría suponer una subida en su precio, ya que el oro ha demostrado en su historia que funciona muy bien como cobertura ante el alza de los precios.
Mientras la FED parece que podría empezar su programa de recorte de tipos en el mes de junio, lo cual favorecería el atractivo del oro sobre la renta fija, ambos considerados como activos refugios, ya que los bonos pagarían cupones inferiores a los actuales.
Podemos invertir en oro a través de fondos cotizados, que nos permitirá replicar su precio.
Por ejemplo, podríamos hacerlo con los ETFs IGLN.UK o el EGLN.UK, siendo la diferencia entre ambos la divisa en la que operamos.
Mientras que también podemos invertir en empresas mineras de oro con varios ETFs. Si queremos invertir en dólares la mejor opción sería el ETF GDX.UK mientras que en euros tenemos la opción del ETF IS0E.DE. En ambos casos las compañías americanas Barrick Gold y Newmont, son las empresas más representativas del fondo.
2024-04-11 08:47:39