El 2021 cerró como uno de los mejores años en cuanto a datos absolutos de la historia de los Fondos de Pensiones en España. Estos obtuvieron una una rentabilidad media del 6%, que alcanza el 8% si tenemos en cuenta la rentabilidad media ponderada, una diferencia que según el estudio de WTW Investments, muestra que los […]
El 2021 cerró como uno de los mejores años en cuanto a datos absolutos de la historia de los Fondos de Pensiones en España. Estos obtuvieron una una rentabilidad media del 6%, que alcanza el 8% si tenemos en cuenta la rentabilidad media ponderada, una diferencia que según el estudio de WTW Investments, muestra que los fondos de pensiones de mayor tamaño han tenido mejores resultados, una tendencia relevante que gana cada año más peso en el mercado.
“En este sentido, si diésemos un salto al pasado, y nos situásemos a 31 de diciembre de 2011, el diferencial de rentabilidad de Fondos de Pensiones de Empleo grandes vs Fondos de Pensiones de Empleo pequeños con rentabilidades a 10 años era del 0,3%. Ese diferencial, a 31 de diciembre de 2021, se ha multiplicado por tres”, recoge el comunicado.
Para Alejandro Olivera, CAIA Associate Director del área de Investments de WTW España este cambio viene dado principalmente por un lado, el cambio en las dinámicas de las Comisiones de Control. “Una de esas dinámicas son las revisiones de la estrategia de inversión anuales en lugar de cada 3 o 5 años como se venía haciendo”, concreta.
Y añade el experto: “Por otro lado, la propia evolución de la estrategia de inversión, invirtiendo en clases de activos que quizás los fondos más pequeños tengan más dificultad para incorporar – por ejemplo, el incremento del 0% al 10% de asignación estratégica a activos ilíquidos-. En consecuencia, cabe destacar que el tamaño, los recursos y los costes de gestión importan cada vez más. En este sentido, quizás se podría plantear en el mercado español una consolidación de Fondos de Pensiones como ya ha ocurrido en otros países”.
Desde WTW Investments España también se señala que muchos de los grandes Fondos de Pensiones de Empleo, aun habiendo tenido resultados muy positivos, no han conseguido batir sus objetivos de inversión (principalmente, mantenimiento del poder adquisitivo) durante el 2021 debido a sus estrategias de inversión conservadoras.
Los análisis de WTW abogan por abrir el debate sobre qué métricas incluir a la hora de definir cuáles son los mejores Fondos de pensiones de Empleo. Hasta ahora, la clasificación de los Fondos se ha basado únicamente en la rentabilidad del fondo, en media o media ponderada, pero esa clasificación, por sí sola, es incompleta ya que existe una gran disparidad entre las estrategias de inversión. Esta comparativa puede crear incentivos perversos para las Comisiones de Control sin su correspondiente explicación.
Un primer paso para dar más contexto en el análisis debería ser incluir el riesgo en las comparativas. Si igualamos a un mismo nivel de riesgo todos los Fondos de Pensiones del mercado, eliminando la disparidad entre las estrategias de inversión, los más grandes siguen destacando en la comparativa. Además, los análisis también exponen que el 56% de los fondos que cuentan con un asesor del mercado como complemento a la Entidad Gestora están entre el 25% de los fondos con mejor rentabilidad-riesgo.
Tal y como expone Olivera, “deberíamos empezar a medir los Fondos de Pensiones de Empleo no solo sobre sus resultados, ya sean ajustados al riesgo o no, sino también por su modelo de gobernanza y por la integración en las carteras del criterio de sostenibilidad, dos métricas cada vez más relevantes”.
El impacto de la guerra provocada por la invasión rusa en Ucrania es complejo de prever en el corto plazo, pero para Alejandro Olivera “lo que está algo más claro es que los Fondos de Pensiones de Empleo van a tener más difícil la consecución del principal objetivo que tienen muchos de ellos: la preservación del capital medido como IPC o IPC + un diferencial.”
En este sentido, el análisis de WTW afronta una doble óptica. Por un lado, centrándonos en el corto plazo, los Fondos de Pensiones tienen impacto directo por la exposición a Rusia y a Ucrania a través de su asignación estratégica a renta variable emergente y renta fija emergente. Una exposición que, en principio, es limitada, pero está habiendo un contagio hacia otras economías, principalmente la europea, haciendo que se produzcan caídas relevantes en las bolsas y otras clases de activos.
Si profundizamos en el análisis de las consecuencias de la inversión a largo plazo, muchos Fondos de Pensiones de Empleo, incluso antes de que estallase la guerra, trataban ya de modificar sus estrategias de inversión, debido a que con una probabilidad razonable no les iba a permitían cumplir sus objetivos -ya sea superar el IPC o el IPC +X%- en un escenario de mayor volatilidad e inflación creciente. “Con el estallido del conflicto bélico se ha producido una mayor presión inflacionaria en el corto plazo, lo que, unido a las políticas monetarias de los bancos centrales, los próximos 10 años no van a ser similares a los 10 años anteriores, por lo que las estrategias de inversión de los Fondos de Pensiones no pueden permanecer inamovibles” explica Olivera.