El crecimiento de inversoras en el mundo de las finanzas es exponencial y una clara realidad, tanto que las mujeres han pasado de representar el 7% de sus usuarios al 24% del total, lo que representa un aumento del 17%. Así lo indica el estudio de la plataforma europea de inversión Scalable Capital, que ha analizado el […]
El crecimiento de inversoras en el mundo de las finanzas es exponencial y una clara realidad, tanto que las mujeres han pasado de representar el 7% de sus usuarios al 24% del total, lo que representa un aumento del 17%.
Así lo indica el estudio de la plataforma europea de inversión Scalable Capital, que ha analizado el comportamiento de más de 500.000 inversores del continente que utilizan su app, y que han utilizado como una muestra representativa del colectivo.
Pero además de saber que el crecimiento de mujeres que han optado por la inversión es un claro hecho y una conquista, lo cierto es que varios estudios han identificado también unos ciertos rasgos mayoritarios en el perfil de las inversoras.
Así, la fintech Micappital ha señalado que sus números demuestran que las mujeres inversoras son más conservadoras y se arriesgan menos, es decir, que ellas están dispuestas a asumir menos riesgos para conseguir rentabilidad. Los principales rasgos de esa investigación coinciden con los datos del estudio de Scalable.
Lo cierto es que la brecha de género entre hombres y mujeres no se limita únicamente en el número de mujeres o en su perfil de riesgo, sino que los datos concretan que también existen diferencias con respecto al tamaño de la aportación inicial a su cartera.
Y es que por lo general, y tal y como informan desde el comunicado de de Scable y sobre el estudio de Micappital, las mujeres suelen empezar a invertir con una cantidad más baja, en torno al 20% de su patrimonio, mientras que ellos comienzan con cantidades más elevadas, entre el 30% y el 45% de su patrimonio.
Además, las mujeres son más disciplinadas con su capacidad de ahorro, donde los datos confirman que lograr ahorrar de forma periódica cerca de un 30% más que los hombres.
Otro rasgo del perfil de la mujer inversora según estos expertos es que ellas son más cautelosas y menos impulsivas en la toma de decisiones, por lo que actúan de forma más reposada. Pero no solo eso, sino que ellas parecen estar también menos pendientes del seguimiento continuado del estado de sus inversiones. De hecho, y según Micappital, las mujeres consultan su plataforma para comprobar su evolución de media 1,2 veces a la semana, mientras que los hombres lo hacen más de 3 veces por semana.
Los resultados del estudio de Scalable Capital coinciden con este perfil de inversoras más disciplinadas: el 60% de sus usuarias definen su propio plan de inversión para establecer una rutina de ahorro, alimentando su cartera con aportaciones periódicas, frente al 50% de los hombres. En cuanto al tipo de productos financieros por los que se decantan, el 75% invierten en fondos cotizados o ETFs, frente al 63% de los hombres.
Los datos de Scalable Capital también señalan, además de ese perfil generalista de las mujeres inversoras, que ellas muestran mayor interés que ellos por la inversión sostenible debido a que invierten un 30% más de activos destinados a mejorar el planeta. Cabe destacar que esta es una tendencia mayor cuanto más jóvenes son los inversores.
“Esto quiere decir que el aumento progresivo de las inversiones de género femenino será positivo para el desarrollo sostenible pues necesitamos mucho capital para hacer frente a los grandes retos globales que tenemos como humanidad”, señalan desde Scalable, para añadir: “Por tanto, por igualdad, por sostenibilidad, y por las ventajas de ser activos en temas financieros para nuestro propio futuro económico y el del país, es deseable que el colectivo de inversoras femeninas mantenga su progresión de crecimiento en los próximos años”.