Luis Francisco Ruiz, analista de CMC Markets, analiza cómo podría comportarse la renta variable durante la segunda parte del año y de qué aspectos va a depender su evolución, después de cerrar un primer semestre en positivo. ¿Qué previsiones podemos tener del comportamiento de los mercados para el segundo semestre del año? Es difícil saber […]
Luis Francisco Ruiz, analista de CMC Markets, analiza cómo podría comportarse la renta variable durante la segunda parte del año y de qué aspectos va a depender su evolución, después de cerrar un primer semestre en positivo.
Es difícil saber cómo se van a comportar los mercados, sobre todo los más volátiles como la bolsa. Es cierto que el entorno hace pensar que puede ser más benigno para la bolsa, en el sentido que la desaceleración económica por la subida del tipo de interés va a empezar a pasar factura a las cuentas empresariales. De hecho, para para los dos trimestres centrales del año se espera que haya una contracción en beneficios y en ingresos. Por el lado de las valoraciones, que también son un poco más abultadas, el punto de partida no es el más favorable.
La sobrecompra también es abultada y estacionalmente hablando, cuando arrancamos los meses de verano, no suele ser el momento más propicio para tomar posiciones porque la liquidez se reduce, la profundidad es más baja y hay más volatilidad.
Para la bolsa quizás sea un momento más de cautela. Para otros mercados, como el mercado de bonos, donde vemos que esa desaceleración económica está haciendo que la inflación poco a poco se vaya controlando y con unas rentabilidades que han aumentado y empiezan a competir con la bolsa, quizás ese mercado pueda evolucionar un poco mejor.
Si la primera parte del año ha estado centrada en la inflación, poco a poco va a ir desplazando el foco de la inflación a la actividad económica. Ahora toca empezar a evaluar o empezar a medir los daños que ha tenido la subida de precios. A medida que los datos de inflación pierden intensidad, todo lo que sean las encuestas empresariales, confianza de los consumidores, etc. son datos que irán ganando peso e impactando más en los mercados.
Desde un punto de vista geográfico el foco estará en esos grandes países exportadores como China o Alemania que están sufriendo un poco más en sus cuentas y su actividad se está resintiendo un poco más. Alemania está en recesión técnica, prácticamente estancada.
Para finalizar, quizás desde un punto de vista más técnico, el mercado va a estar pendiente de cómo digerir la cantidad de dinero que tienen que emitir los estados para financiar la deuda a unos intereses más elevados. Por ejemplo, en el caso de España el Tesoro tiene que empezar a invertir entorno a 70.000 millones de euros netos tanto en 2022 como en 2023 y veníamos de emitir entorno a 35.000 o 40.000 millones de euros, por lo que el importe es bastante más abultado.
Es difícil, pero en principio sí se espera que llegue una pausa. Va a depender mucho del ciclo económico. En EEUU si el mercado laboral aguanta y la economía continúa sosteniéndose, lo normal es que se mantengan los tipos de interés.
En Europa que tenemos unos datos de inflación bastante más abultados y más lejos de lo que se puede considerar una estabilidad de precios por un banco central, lo que el mercado está descontando es dos subidas de tipos de interés más antes de que acabe el año.
Sí es cierto que la incertidumbre es bastante elevada, porque hasta los miembros del FOMC, aunque hayan pausado las subidas de tipos de interés, ya hay algunos que empiezan a pensar o incluso la inmensa mayoría empieza a pensar en dos subidas más para lo que queda del año. Hay incertidumbre, hay dispersión y es difícil. Va a depender mucho del ciclo económico y sobre todo de la evolución de la energía. Si la energía continúa retrocediendo posiciones y la inflación general continúa bajando, poco a poco la subyacente también convergerá a la baja.
Cuando miramos los principales títulos del Ibex, como Inditex, Amadeus o Iberdrola, son empresas que ya están cotizando en términos de valoración a un precio que puede considerarse justo. Mucho potencial, si no es porque la economía mejora, es difícil de encontrar.
Sin embargo, el sector financiero, que en un entorno donde los tipos de interés no han parado de subir, la economía está aguantando y no está aumentando mucho la tasa de morosidad y que tienen unas cotizaciones más atractivas, en este sentido si hay alguna sorpresa probablemente venga por el sector que más potencial tenga y donde el entorno es un poco más favorable.