El nuevo gobernador de la entidad británica, Andrew John Bailey, se suma al aluvión de medidas de los bancos centrales para hacer frente a la crisis propiciada por la expansión del coronavirus. El programa de compra de deuda del Banco de Inglaterra pasa desde los 200.000 hasta los 650.000 millones de libras, de rebaja el […]
BolsasEl nuevo gobernador de la entidad británica, Andrew John Bailey, se suma al aluvión de medidas de los bancos centrales para hacer frente a la crisis propiciada por la expansión del coronavirus. El programa de compra de deuda del Banco de Inglaterra pasa desde los 200.000 hasta los 650.000 millones de libras, de rebaja el precio del dinero y se amplía el esquema de financiación a corto plazo para las pequeñas y medianas empresas. Decisiones que se esperaban para la reunión del próximo 26 de marzo. Según destaca David Page, Head of Macro Research at AXA Investment Managers, la entidad subraya que “las medidas que se están tomando para abordar el virus darán lugar a un shock económico que podría ser agudo y grande, pero debería ser temporal”.
Para Luke Bartholomew, Investment Strategist en Aberdeen Standard Investments, el Banco de Inglaterra probablemente ha llegado al final del camino en lo que se refiere a los recortes de los tipos de interés, pero entiende que “el programa ampliado de compra de bonos debería ayudar a aliviar algunas de las disfunciones en los mercados de deuda del gobierno del Reino Unido y ayudar al ejecutivo a financiar los enormes mensajes de gasto”. En este sentido recuerda que es el gobierno, en última instancia, “el que debe hacer casi todo el trabajo pesado en el frente político. Todavía hay grandes vacíos en el paquete del ejecutivo, sobre todo en el apoyo a las empresas para mantener su personal y los ingresos de las personas que han sido despedidas. Esperamos más anuncios inminentes del gobierno a este respecto”, señala.
Por su parte, Jeremy Gatto, de Unigestion, destaca que las últimas actuaciones de los bancos centrales parecen estar enviando un mensaje al estilo “haremos lo que sea necesario de Draghi” para responder “al impacto devastador del virus en las economías y también al problema más reciente del aumento de los rendimientos de los bonos”.
Junto a ello, Ranko Berich, director de análisis de Monex Europe, destaca que “dada la oposición del BoE a reducir las tasas en territorio negativo, ahora estamos en el límite de las opciones de política convencionales”. Por tanto, cree que si es necesaria una mayor relajación monetaria, “la expansión del QE y más operaciones de liquidez son las opciones probables”. Además, tiene claro que si la crisis de intensifica y esas opciones también se agotan “la próxima frontera para la experimentación de políticas sería la financiación directa del estímulo fiscal, una opción extrema que habría sido impensable incluso hace meses”.