Importante sentencia de la justicia alemana, que ha evaluado la legalidad del programa de flexibilización cuantitativa del BCE, que se introdujo en 2015 hasta 2018 y que, posteriormente, se reinició a finales de 2019. En concreto, ha estudiado la participación del Bundesbank germano en ese plan trazado por el anterior presidente del organismo, Mario Draghi. […]
BolsasImportante sentencia de la justicia alemana, que ha evaluado la legalidad del programa de flexibilización cuantitativa del BCE, que se introdujo en 2015 hasta 2018 y que, posteriormente, se reinició a finales de 2019. En concreto, ha estudiado la participación del Bundesbank germano en ese plan trazado por el anterior presidente del organismo, Mario Draghi. La conclusión es que ha encontrado ciertos problemas de legalidad en esa participación del banco central alemán y da un plazo de tres meses para resolverlas.
Cabe destacar que la decisión no cuestiona el programa en su totalidad, sino solo algunas partes relacionadas con la participación del Bundesbank. En la práctica, el BCE tendrá que demostrar ahora que ese programa es realmente proporcionado, de cara a obtener la aprobación de gobierno y los legisladores alemanes. Sólo así el Bundesbank podrá participar en la implementación del mismo transcurridos tres meses desde la sentencia. Pese a todo, la noticia genera dudas entre los inversores por las “implicaciones medulares que este resultado podría tener en el diseño de la política monetaria del área”, explican desde Monex Europe. “El tema es especialmente preocupante en el actual contexto de crisis derivada de la pandemia y los notables esfuerzos del BCE para enfocar el paquete de rescate a los países más débiles del área”, apuntan.
El caso parte de la reclamación presentada por empresarios y académicos del país que consideran que la máxima entidad monetaria de la eurozona excedió sus límites con ese programa. El tema ya cuenta desde diciembre de 2018 con una sentencia favorable emitida por el Tribunal de Justicia de la UE.
El alto tribunal germano deja claro que la decisión que se ha tomado esta jornada no se refiere en ningún caso a las medidas tomadas por el BCE en el marco de la actual crisis del coronavirus.