Las finanzas sostenibles y su regulación están en continua transformación desde que comenzó el despliegue normativo en el año 2018. Sin embargo, cinco años después, la Comisión Europea sigue trabajando en la creación de un marco definido y definitorio para que la industria financiera pueda trabajar con claridad. Por eso, en el ASEAFI Green Revolution […]
Las finanzas sostenibles y su regulación están en continua transformación desde que comenzó el despliegue normativo en el año 2018. Sin embargo, cinco años después, la Comisión Europea sigue trabajando en la creación de un marco definido y definitorio para que la industria financiera pueda trabajar con claridad. Por eso, en el ASEAFI Green Revolution de 2023, se ha abordado la actual situación y, especialmente, lo que podría producirse en los próximos años.
Andrea González, directora general de Spainsif, comenzó su presentación haciendo un vaticinio que pone en sobre aviso a la industria financiera, “2024 va a ser un año de repensar lo que se ha aprobado”. Una alerta que tiene que ver, especialmente, con la evaluación que se está haciendo alrededor del reglamento SFDR. “Pueden pasar tres cosas: que todo se quede igual, matizar la denominación de los fondos artículo 8 y artículo 9 y crear un sistema paralelo de etiquetas públicas voluntarias, que acabe con lo que hasta ahora se ha hecho”, explicaba la experta.
Sin embargo, González apuesta por la segunda opción como una vía más positiva para todos. “Se abre la posibilidad de que se creen cuatro categorías nuevas de fondos: fondos ESG, fondos sostenibles, fondos de impacto y fondos de transición. Creo que estos últimos, especialmente, facilitarían mucho la conversación con cliente”, sostiene. Esos fondos de transición serían aquellos que están invirtiendo en sector contaminantes, pero que están aplicando procesos de transformación notorios.
Además de estos posibles cambios, en 2024 llega un nuevo reglamento, llamado SCRD, “una norma que nos va a obligar a todas las empresas a ampliar el disclosure en el ámbito de la sostenibilidad teniendo que realizar un gran esfuerzo de integración”, advierte Javier Ybarra director de finanzas sostenibles y riesgo de EY. Además de esta nueva norma, Ybarra advierte de que la Comisión Europea va a ser más estricta con la implantación de los PIAS – principales incidencias adversas – ya que actualmente algunas compañías más pequeñas no lo están implementando.
Según Ybarra, este SCDR va a ser fundamental porque se buscará que todas las empresas reporten información en materia de sostenibilidad, “podría llegar incluso a las pymes en 2026 o 2028 y estamos hablando de unos 80 requerimientos a alto nivel que hay que reportar”, comenta. Además, asegura que, por el lado de la inversión, los clientes institucionales van a ser más exigentes a la hora de pedir información detallada sobre estos aspectos. “En definitiva, se va a profundizar en el reporte y en la información”.
González, por su parte, quiso poner el foco en el desarrollo de esta normativa de finanzas sostenibles en nuestro país. “Por el lado del inversor, se ha visto que los españoles son más propensos a sacrificar rentabilidad frente a sostenibilidad que el resto de los europeos”, aseguró la directora general de Spainsif. “Además, también se aprecia un apetito inversor por el lado del impacto, aunque aquí hay que especificar que este estilo de inversión es entendido de manera diferente por parte del institucional y del minorista”.
En materia normativa, González señala que España está por detrás en materia de cumplimento normativo. Sin embargo, “tenemos un mejor ratio en cumplimiento con los productos que se sacan al mercado en comparación con el resto de países de Europa”.
En definitiva, la regulación de las finanzas sostenibles ha estado en constante evolución desde 2018, y en el ASEAFI Green Revolution de 2023 se discutió su actual estado y perspectivas futuras. Se anticipan cambios en 2024, particularmente en la evaluación del reglamento SFDR. Se prevén cuatro nuevas categorías de fondos, incluyendo fondos de transición. Además, se introducirá el reglamento SCRD, que ampliará la divulgación de sostenibilidad y promoverá informes más detallados. En España, los inversores muestran interés en la sostenibilidad y el impacto, pero hay un desafío en la normativa. A pesar de esto, el país muestra un buen desempeño en el cumplimiento normativo de productos financieros en comparación con otros países europeos.