2022 se presenta como un año complejo y con incertidumbres en el horizonte por el aumento de la inflación y las posibles decisiones que tomen los bancos centrales. Sin embargo, esta misma subida de la inflación hace que los inversores tengan una mayor urgencia en estar invertidos para mantener el poder adquisitivo de sus ahorros. […]
2022 se presenta como un año complejo y con incertidumbres en el horizonte por el aumento de la inflación y las posibles decisiones que tomen los bancos centrales. Sin embargo, esta misma subida de la inflación hace que los inversores tengan una mayor urgencia en estar invertidos para mantener el poder adquisitivo de sus ahorros. Por todo ello, se hace necesario buscar buenas oportunidades en el mercado de cara al próximo curso.
“Yo tengo claro que en la primera parte del año la renta variable internacional no emergente puede funcionar bien”, comenta Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextep Finance. Aunque, el experto señala que no será un semestre fácil porque “habrá recesos en el crecimiento” debido a la evolución de la pandemia. “En este contexto, hay que tener en cuenta también la falta de alternativas que tienen los propios inversores”, sostiene.
Alvargonzález subraya las carencias de la renta fija para ensalzar la necesidad de mirar hacia la renta variable como alternativa, casi única. “La renta fija no va a dar plusvalías porque estamos entrando en un proceso en el que los bancos centrales están dejando de comprar bonos. Esto significa que hay menos demanda y esto reduce el precio”, comenta. “Además, los cupones de la renta fija, aunque suban algo, siguen siendo muy bajos. Sin embargo, la medida del dividendo del Eurostoxx es cercana al 3%. Esto es un atractivo”.
Pese a que encuentra atractivo en la renta variable internacional no emergente, también advierte de que en 2022 veremos que la volatilidad también cobra protagonismo. “Cuando no entre en juego la pandemia, lo hará un problema geopolítico”, sostiene el fundador de Nextep Finance. “Es posible que el próximo año tengamos un problema geopolítico con Rusia en Ucrania. Estamos viendo una escalada de tensión que no va a acabar bien porque además Rusia se ve muy fuerte teniendo a Europa dominada energéticamente con el gas. Será un tema de volatilidad importante y podrá causar correcciones pronunciadas”, explica.
De cara al segundo semestre, Alvargonzález sí se plantearía volver a los mercados emergentes en función de como vaya evolucionando la situación económica internacional. “En cuanto a España, casi lo descartamos porque vemos que es un desastre. Tenemos una economía donde es muy importante el turismo, que está sufriendo seriamente con la pandemia y, además, el Ibex depende mucho de Latinoamérica. Por si esto fuera poco, en el selectivo español hay un peso importante de compañías de servicios públicos a los que no les viene bien las subidas de los tipos de interés”, comenta.
Aunque, según Alvargonzález, tampoco es descartable que la situación mejore en el segundo semestre. Todo dependerá de la evolución de la pandemia y de si España vuelve a tener un “año turístico completo”. Además, el sector financiero podría verse beneficiado si los tipos de interés del mercado de bonos van subiendo a medida que el Banco Central Europeo vaya reduciendo las compras. “Esto podría hacer que en la segunda parte del año la bolsa española lo hiciera un poquito mejor, a largo plazo no porque los problemas que tenemos son estructurales. Llevamos más de diez años descartando la inversión en bolsa española”.
Con este contexto, que no es positivo para la renta fija ni para la renta variable española, que son dos de los mercados preferidos por los inversores conservadores, es necesario mirar a otros mercados y a otros activos. “En lugar de tener el 100% de la cartera en un deposito, bastaría con tener un 10% o un 20% en otros productos más rentables, aunque sean algo más volátiles. No tiene porqué ser solo renta variable, que por supuesto. También puede ser una pequeña posición en un fondo monetario en dólares”, sostiene Alvargonzález.
Los fondos ASG se han convertido en una alternativa interesante para muchos inversores porque, en líneas generales, han mostrado ser menos volátiles y más rentables. Pero, la clave en este caso es saber elegir qué tipo de fondo sostenible puede ser más acertado para nuestra cartera. “Hay que tener en cuenta que ASG no es un generador de alfa. No debemos de estar pensando que por ser ASG vaya a ser más rentable. Eso sí, tampoco significa que por estar invirtiendo siguiendo unos principios morales se vaya a ganar menos”, advierte.
Por tanto, el socio fundador de Nextep Finance recomienda analizar estos fondos igual que un fondo al uso y no darle ni quitarle valor por seguir estos principios de sostenibilidad. “Lo ASG es una certificación de principios y hay que verlo así cuando vayamos a suscribir un fondo con estos criterios”, asegura.
Con todo ello, para 2022 este experto recomienda mirar a los fondos de renta variable internacional no emergente en la primera parte del año y, en función de la evolución que tenga la pandemia y la economía, incluir lo emergente o la bolsa española en la segunda parte del año.
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