Muchos inversores en renta fija se preguntarán cuándo comenzarán a subir los tipos de interés los bancos centrales. Una pregunta que es de difícil respuesta, sobre todo teniendo en cuenta que en diciembre de 2018 el mercado descontaba dos nuevas subidas de tipos por parte de la Reserva Federal en 2019. Tanto se ha dado la vuelta la situación que se prevé que este mes de julio, la Fed baje los tipos.
La debilidad en el crecimiento económico mundial, “los bajos rendimientos de la deuda pública en el resto de países y la demanda de títulos del Tesoro estadounidense podrían tener sus efectos sobre los tipos de interés a largo plazo. Aunque en Estados Unidos están aumentando las presiones inflacionistas, en general la inflación se mantiene en niveles reducidos, lo que significa que la actual expansión, que dura ya diez años, podría continuar hasta 2020.”, comenta Darrell Spence, economista de Capital Group.
El Banco Central Europeo, por su parte, planeaba comenzar a subir los tipos después de este verano, pero es algo completamente descartado. El BCE se mantendrá inmóvil hasta conocer a su nuevo presidente, que podría ser Widmann o Lagarde, dos perfiles muy distintos. Por tanto, las subidas de los tipos de interés en Europa o en Estados Unidos es algo que se torna lejano.
¿Dónde invertir?
“Buscar valor es como buscar agua en el desierto, cada vez es más complicado”, asegura José María Lecube, director de renta fija de Dunas Capital Asset Management. Probablemente, esta afirmación sea compartida por muchos inversores y gestores de renta fija.
Invertir en renta fija europea agrande aun más el problema. “El inversor de hoy en día de renta fija gubernamental de la Eurozona debe asumir más riesgo para recibir una renta menor, lo cual, a nuestro parecer, no es una compensación favorable.”, señala Lidia Treiber, directora de análisis de renta fija de WisdomTree. Una visión avalada por el analista Eugenio Díaz Laborda, que asegura que pasará “bastante tiempo para que los bonos soberanos europeos resulten otra vez atractivos».
Oportunidades
“Los bonos corporativos siguen disfrutando de una importante prima de rendimiento sobre los bonos soberanos. Un crecimiento económico más lento pero positivo, unas condiciones de refinanciación ventajosas y, por consiguiente, la perspectiva de unas tasas de impago bajas sigue haciendo atractivas las inversiones en crédito.”, señala Volker Schmidt, gestor senior de Ethenea.
Si hay algo en lo que coinciden los inversores en renta fija es que las oportunidades se deben buscar en el lado corporativo. “En el mercado hay pocas oportunidades. Pero por ejemplo en los bonos que están sin calificar por las agencias de calificación hemos encontrado un buen potencial”, asegura Jacques Sudre, gestor coordinador del fondo Sextant Bond Picking.
En la gestora española Dunas Capital, por su parte, prefieren apostar por la filosofía cross-asset que consiste en valorar a las empresas en su conjunto. “A veces en una misma compañía encontramos que las acciones no ofrecen buen rendimiento, pero los bonos sí, como en el caso de los bancos”, apunta Alfonso Benito, director de gestión de activos en la gestora.
¿La renta variable como solución?
Es probable que muchos inversores se planteen la renta variable como una buena solución para lograr mayores rendimientos en la cartera. Sin embargo, no es del todo seguro. “La prolongación del ciclo económico podría ofrecer un mayor margen de crecimiento a los beneficios empresariales, lo que podría llevar a una modesta subida del mercado de renta variable en 2019. Pero sería preferible que los inversores se mostraran prudentes a la hora de invertir en renta variable.”, señala Spence.
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