La alegría se desató el lunes, y fue a esta sesión en la que se generó la mayor parte del repunte semanal, pues los desencuentros, si bien no tan enconados como en anteriores ocasiones, fueron templando los ánimos. Atenas y el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE) […]
Dirigentes Digital
| 26 jun 2015
La alegría se desató el lunes, y fue a esta sesión en la que se generó la mayor parte del repunte semanal, pues los desencuentros, si bien no tan enconados como en anteriores ocasiones, fueron templando los ánimos. Atenas y el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE) habían aproximado sus demandas y el "pacto" estaba muy cerca.
Muchas reuniones de alto nivel, entre ellas una cumbre de líderes y varios "Eurogrupos", después la situación no parece tan clara, aunque el fin del plazo está tan cerca (el día 30 Grecia debe pagar al FMI y acaba la prórroga del segundo rescate) que tanto las autoridades como los inversores prefieren agarrarse a la idea de, al menos, un acuerdo de mínimos in extremis que aleje a la república helena del precipicio.
Por eso, aunque unos y otros han rechazado sus mutuas propuestas, los mercados no han caído en la desesperación. Aunque también, los analistas de Link Securities barajan la posibilidad de que se descuente que, incluso en el peor escenario "con Grecia suspendiendo pagos, estableciendo controles de capitales y, posiblemente, abandonando el euro, la nula exposición del sector privado europeo a la deuda griega, la mayor fortaleza del sector financiero de la región en relación a hace tres años, y la actuación del BCE lograrán minimizar los efectos de un accidente".
Así, Russ Koesterich, director de inversiones de BlackRock, considera que la autoridad monetaria de la Zona Euro ha gestionado bien de momento el riesgo de la fuga de capitales del sistema financiero heleno, elevando los mecanismos de asistencia para proporcionar liquidez a los bancos del país. Sin embargo, asegura que "esto puede no ser suficiente". A su juicio, "en ausencia de un acuerdo político más amplio, hay un incremento de probabilidades de que el Gobierno griego tenga que recurrir a alguna forma de controles de capital, quizás esta misma semana", advierte.
Aún así, asegura que los inversores "no deben equiparar la imposición de controles de capital con una salida de Grecia del euro", explicando que en su firma siguen confiando en una solución, aunque sea temporal, recordando además que "el programa de compras de bonos mensual del BCE está ayudando a limitar la escala y la duración de un contagio" en el resto de Europa.
El devenir más reciente de la crisis griega ha traído consigo un tramo bajista en las Bolsas, que nació el 22 de mayo y trajo consigo caídas acumuladas del 8% hasta el pasado 18 de junio. Desde ese día, cuando cambiaron las expectativas sobre las negociaciones, y hasta este martes, la renta variable del Viejo Continente, por el contrario, repunta un 7%.
Para Daniel Pingarrón, estratega de IG, "en general, estamos a punto de eliminar el principal obstáculo para las Bolsas en el corto plazo, por lo que el impulso actual cuenta con más potencial. Podríamos acercarnos a los máximos anuales en cuestión de semanas. Otro tema distinto es el medio plazo, puesto que el acuerdo que se alcanzaría seguiría teniendo grandes dosis de artificialidad, con la seguridad de que no cierra los litigios y las fricciones entre Grecia y los acreedores, que reaparecerán tarde o temprano".
Así, opina que "dentro de unos cuentos meses, el problema reaparecerá, y será necesario profundizar en la resolución del mismo, incorporando nuevas opciones como un tercer programa de rescate o la reestructuración de la deuda griega". Coincide, José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, al afirmar que "junio sí es un mes clave para saber qué hacer a corto plazo con Grecia. Otra cosa es la solución a sus finanzas, desde una perspectiva de medio plazo".
En cualquier caso, Barclays se muestra optimista y afirma: "No esperamos que la primera subida de tipos de la Fed, ni tampoco la crisis helena hagan descarrilar a la recuperación". Y, aunque si China sufre "un serio revés" el impacto sería importante, no creen que vaya a suceder al menos este año. Consideran que, "si el crecimiento se recupera como esperamos en la segunda mitad del año, las Bolsas deberían registrar un comportamiento razonable, especialmente en Europa y Japón, donde esperamos que la mejora de las ganancias sea fuerte".
Finalmente, David A. Meier, economista de Julius Baer, señala: "En una disputa cada vez más feroz entre Atenas y sus acreedores parece poco probable que obtenga financiación adicional del Eurogrupo, el FMI o el Banco Mundial. Por tanto, podría no ser capaz de cumplir con sus obligaciones de principios de mayo. El default gana enteros y preocupa a los mercados financieros. Aún así, su posible salida del euro no se contempla como una disolución de la unión monetaria", matiza.