La compañía destaca que, aunque los vaivenes del petróleo han penalizado la actividad exploración y producción, este impacto se ha podido minimizar "gracias a la integración de los negocios". También señala al "estrechamiento de los márgenes de refino" como 'culpable' de la caída.

Con todo, tras el ajuste de valoración de activos, e incluyendo elementos no recurrentes, el resultado NIIF se ha situado en 350 millones de euros, un 10% inferior al mismo periodo de 2015.

Por su parte, la deuda neta se ha reducido en 514 millones de euros, rocedentes en su mayoría de las desinversiones de los activos de CLH y de la planta de Guadarranque, en San Roque, así como de las acciones derivadas del plan de ahorro y eficiencia.

Como consecuencia, Cepsa ha logrado una disminución del apalancamiento financiero de 6 puntos, situándose, a cierre del primer semestre, en el 34%.