El primer asalto, en Iowa, ha dejado un empate entre los candidatos demócratas, Hillary Clinton y Bernie Sanders; y, en el bando republicano, Ted Cruz se ha impuesto al polémico Donald Trump, que ve como Marco Rubio le pisa los talones. Así describen la "contienda" desde Barclays: "Tras haber perdido en cinco de las últimas […]
Dirigentes Digital
| 04 feb 2016
El primer asalto, en Iowa, ha dejado un empate entre los candidatos demócratas, Hillary Clinton y Bernie Sanders; y, en el bando republicano, Ted Cruz se ha impuesto al polémico Donald Trump, que ve como Marco Rubio le pisa los talones.
Así describen la "contienda" desde Barclays: "Tras haber perdido en cinco de las últimas seis elecciones presidenciales y preocupado por la influencia del Tea Party y las facciones más conservadoras, el stablishment republicano apuesta fuerte en las primarias sólo para ver como los de fuera del propio stablishment dominan la carrera. Entre los demócratas, Sanders a sorprendido con su apoyo popular, mientras Clinton se asegura el apoyo de más del 75% de los cargos del partido electos".
Los distintos sondeos elaborados en torno a la cita con las urnas estadounidense coinciden al mostrar que la economía será una de las cuestiones clave en estos comicios, con los votantes cada vez más preocupados por el estado de la economía y la prosperidad futura. La articulación de una nueva política exterior y redefinir el papel del país en el mundo es el otro gran tema de la campaña.
Pero, ¿qué le "importa" a Wall Street? Para la firma británica hay seis materias clave que podrían tener implicaciones en la renta variable estadounidense de cara a los próximos seis meses: el salario mínimo, las reformas fiscal, sanitaria y de los servicios financieros, la política energética y el cambio climático, y la seguridad cibernética.
"Hasta ahora, las consecuencias de las elecciones presidenciales en la Bolsa han sido modestas. Tenemos la sensación de que los inversores están vigilando de cerca el proceso, pero no están alterando sus asignaciones de activos", explican estos expertos. Sin embargo, reconocen que esto "podría comenzar a cambiar a medida que avance la campaña". Normalmente, señalan, el interés aumenta durante las primarias (enero-febrero), se desvanece durante la primavera y el comienzo del verano, para resurgir y alcanzar la mayor intensidad entre julio-agosto y la celebración de los comicios en otoño.
Y, a medida que crece el interés también el potencial para que la incertidumbre política aumente. "Los periodos de elevada incertidumbre política a menudo han coincidido con rentabilidades débiles y elevada volatilidad en renta variable", señalan para, seguidamente, matizar, que no aguardan, a pesar de las elecciones, inestabilidad política. Pues, parece poco probable que se produzcan reformas legislativas a gran escala tras el activo periodo 2010-2012; además, Paul Ryan ha demostrado ser un negociador eficaz y ha reducido considerablemente el riesgo de un shutdown en el Congreso; asimismo, los miembros de la Cámara deberían haber aprendido la lección durante la "crisis" del techo de deuda de 2011: "La falta de acuerdo y la rebaja del rating de Estados Unidos desembocaron en una caída del 18% para el S&P 500", recuerdan.