En 2011, salió a la luz uno de los mayores escándalos sobre explotación laboral que han salpicado a la compañía de Amancio Ortega. El Ministerio de Trabajo brasileño liberó a 15 trabajadores bolivianos y peruanos que trabajaban en condiciones degradantes en dos talleres clandestinos en la ciudad de Sao Paulo. Eran obligados a trabajar hasta […]
Dirigentes Digital
| 06 sep 2015
En 2011, salió a la luz uno de los mayores escándalos sobre explotación laboral que han salpicado a la compañía de Amancio Ortega. El Ministerio de Trabajo brasileño liberó a 15 trabajadores bolivianos y peruanos que trabajaban en condiciones degradantes en dos talleres clandestinos en la ciudad de Sao Paulo. Eran obligados a trabajar hasta 16 horas por un salario inferior al mínimo exigido en el país (unos 340 dólares al mes) haciendo ropa para la empresa AHA, suministradora de Zara.
Entonces, Zara culpó directamente a AHA y la acusó de haber violado el Código de Conducta de Fabricantes y alegó que obligaría a la compañía a compensar económicamente a los trabajadores explotados y a mejorar las condiciones laborales. Según nos comenta Inditex, AHA contrató talleres ilegales "a sus espaldas" y defiende que, mientras que AHA no ha sido sancionada y continúa en activo, la multa recayó en Zara. Igualmente, Inditex alega que rompió todas sus relaciones comerciales con AHA cuando se destapó este escándalo.
Tras esto, Inditex firmó con el Gobierno brasileño un acuerdo por el que se comprometía a mejorar las condiciones laborales de sus subcontratas. Sin embargo, según la ONG Reporter Brasil, la empresa "no detectó ni corrigió los graves problemas que seguían produciéndose en su red, como el trabajo infantil y las jornadas excesivas". Según denuncia esta organización, Inditex optó por "excluir a los talleres de costura que emplean inmigrantes, independientemente de si cumplían la ley o no" y "eliminar riesgos para su imagen", con lo que muchos trabajadores perdieron su trabajo.
Por ello, la firma se enfrenta actualmente a una multa cercana a los 7,3 millones de euros. Ya fue obligada a pagar otras dos multas de unos 250.000 euros al encontrarse irregularidades hasta en 83 inspecciones realizadas entre agosto de 2014 y abril de 2015. Desde Inditex niegan que tengan que pagar ninguna multa en Brasil, pero sí reconocen que hay abierto un procedimiento administrativo para discutir si se ha cumplido el acuerdo al 100%, pero que aún no se conoce si habrá sanción.
Inditex en la India
En 2012, la organización independiente holandesa Centre for Research on Multinational Corporations (SOMO) desarrollaba un exhaustivo informe titulado "Captured by Cotton" en el que se denuncia que la compañía Eastman Exports (uno de los proveedores de Inditex) reclutaba niñas indias de entre 14 y 20 años, normalmente de la casta más baja del país, con falsas promesas de una vida mejor. Jornadas de 12 horas diarias y 72 horas semanales o prohibición expresa de unirse a un sindicato son algunas de las condiciones a las que se sometía a estas niñas.
Desde Inditex defienden que dicho informe también señala que Eastman Exports era una de las empresas acusadas de explotación que más avances había hecho para solucionar este problema, y que en 2012 superó varias auditorías que confirmaban que había eliminado dichas prácticas, por lo que han continuado trabajando con ella. "Inmediatamente se adoptaron acciones preventivas para impedir que cualquiera de las situaciones de riesgo señaladas en el informe se pudieran llegar a producir", señaló un portavoz de Inditex al conocerse el informe.
También en Argentina Inditex ha sido acusada de explotación laboral, y en 2013 la ONG La Alameda dio a conocer que existían al menos cuatro talleres ilegales que fabricaban ropa de Zara a través de subcontratas, con jornadas de 13 horas. Desde Inditex alegan que tres de esos cuatro talleres no existían y que el otro se trataba de una cooperativa de trabajadores perfectamente legal, con lo que "no ha significado implicación alguna para la compañía".
La reacción de Inditex
La compañía de Amancio Ortega cuenta desde el año 2000 con un Código de conducta y prácticas responsables, en cuya actualización del año 2012 se recoge explícitamente que "Inditex no emplea a nadie que no tenga 16 años cumplidos" y que "todos los empleados de Inditex desarrollan su trabajo en lugares seguros y saludables". Igualmente, recoge que las jornadas no excederán el límite legal de cada país y el salario irá acorde con su labor y los convenios del sector.
Del mismo modo, en 2014 renovó un acuerdo IndustriALL Global Union (una organización que representa a trabajadores de distintos sectores, como el textil) por el que "ambas partes se comprometen a colaborar para asegurar la observancia sostenible y a largo plazo de todas las normas laborales internacionales en las operaciones globales de Inditex, incluidos sus proveedores".
Para continuar con su lavado de imagen, además de distintas campañas publicitarias, Inditex ha decidido ahora incluir en sus prendas en Brasil un código QR con el que el cliente puede comprobar cómo se ha fabricado esa prenda. Sin embargo, se mantiene en la "Lista sucia" de Brasil como una de las multinacionales que no respetan los derechos de sus trabajadores, aunque desde Inditex niegan encontrarse en dicha lista.