Los activos de los mercados emergentes se benefician de unos tipos más bajos. Por eso la proyección actual de ver cero subidas del precio del dinero en EE.UU este año ha sentado bien a sus monedas. Y es que hace apenas unos meses, en diciembre pasado, la propia Reserva Federal se fijaba como meta dos subidas de tipos para 2019.
El rand sudafricano ha sido el que más ha repuntado en las últimas horas, más de un 2 por ciento. Divisas de países en desarrollo como el real brasileño, el rublo ruso o la lira turca también se han animado, mientras que el peso mexicano ha tocado máximos de los últimos cinco meses por encima de las 18.80 unidades por dólar, la cota más alta desde el comienzo de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador. No hay que olvidar, en todo caso, que las divisas de países productores de materias primas se ven también impulsadas por los máximos anuales que han alcanzado los precios del petróleo.
¿Punto de inflexión?
Desde algunas grandes firmas como Morgan Stanley se muestran más optimistas ahora sobre las perspectivas de divisas emergentes porque tienen más confianza en que el dólar se “relaje”. Pero de ahí a que podamos estar en un punto de inflexión para las monedas emergentes puede haber espacio.
De momento, lo único cierto es esta primera reacción posterior a la postura de extrema cautela de la FED, que también ha anunciado que la liquidación de la hoja de balance finalizará en el tercer trimestre de 2019. Pero analistas como Simon Harvey, de Monex Europe, ya se preguntan cuánto tiempo puede durar este repunte. Cree que los inversores pueden cambiar su enfoque desde EE.UU para encontrar rendimientos más altos en emergentes pero solo hasta que regresen los vientos en contra globales. Vientos que pueden llegar “probablemente en forma de un mayor deterioro del crecimiento global y de una menor demanda externa de China”.
2019-03-21 06:26:44