La Reserva Federal ha celebrado su reunión de septiembre sin anunciar ningún cambio en la política monetaria, tal y como preveía el consenso de mercado. Pero, en esta ocasión, la vista de los analistas no estaba puesta en las decisiones, sino en el mensaje que lanzara la Fed con respecto a las posibles subidas de tipos y la retirada de estímulos. En el primero de los casos, ha habido un cambio significativo. Si en junio 7 miembros de los 18 que componen el FOMC preveían subidas de tipos en 2022, ahora son 9 los que las prevén. Pero no solo eso, sino que ahora se prevén siete subidas hasta el año 2024 que dejarían los tipos en el 2,25%.
Por otro lado, la Fed ha modificado las previsiones sobre el crecimiento de la economía estadounidense. De hecho, las han reducido al 5,9% frente al 7,0% proyectado en junio. Sin embargo, el crecimiento previsto para 2022 se ha elevado hasta 3,8%, cinco décimas más, y el de 2023 se ha mejorado en una décima, hasta el 2,5%.
En cuanto a la inflación, la Fed ve la inflación en el 4,2% a finales de 2021, en el 2,2% en 2022 y en el 2,2% en 2023. Sin embargo, la postura mantenida por Jerome Powell sigue siendo la de que se trata de un suceso temporal, que se irá desvaneciendo en los próximos meses.
Aunque, lo más importante de la reunión era la retirada de estímulos. Por ahora, la Fed seguirá comprando a un ritmo de 120.000 millones de dólares mensuales, pero ha avisado que «pronto» podrían cambiar. «En general como se espera, el Comité considera que pronto podría estar justificada una moderación del ritmo de las compras de activos», aseguran en la Fed. El mercado espera que sea en noviembre cuando se den más detalles y que hasta diciembre o inicios de 2022 no comenzaría esa desaceleración en la compra de activos.
«La reunión de septiembre resultó ser un poco más agresiva. Al ajustar sus perspectivas económicas a la realidad económica, la Fed abrió la puerta a un anuncio de tapering en noviembre, muy en línea con nuestras expectativas. Sin embargo, el requisito previo para ello será que la actividad de contratación en septiembre muestre el potencial alcista prometido de la extensión de los subsidios por desempleo. También sería útil que se aclarara el techo de la deuda y el posible cierre del gobierno. Si el cierre sigue amenazando o incluso se agrava, es muy probable que se reescriba el libro de jugadas de la Fed, con un giro más dovish», comenta Christian Scherrmann, U.S. Economist para DWS.
Las claves de la reunión de la Fed: lo más importante será el mensaje
El 95% de los inversores institucionales creen que la inflación aumentará más de lo esperado
2021-09-22 22:14:54