La firma de calificación Scope Ratings ha publicado un informe que no refleja puntos positivos para el sector automovilístico. «Prevemos que las ventas mundiales de vehículos ligeros disminuyan alrededor del 2% este año, después de una disminución estimada del 4% en 2019. Esto conllevará que las perspectivas crediticias del sector automovilístico en 2020 sigan siendo negativas», comenta Werner Stäblein, analista de Scope
Los fabricantes de automóviles se enfrentan a un doble desafío a corto plazo: la transición hacia el aumento de la producción de vehículos eléctricos, en respuesta al endurecimiento de la legislación sobre emisiones, y la disminución de los volúmenes de ventas en sus mercados más importantes: Europa, China, EE.UU.
«La subida de costes relacionados con la electrificación, las inversiones en conducción autónoma y la disminución en los volúmenes de ventas en 2020 dejarán su huella en la rentabilidad. Sin embargo, la mayoría de los fabricantes cuentan con recursos financieros y un apalancamiento suficientemente bajo para hacer frente a estas tendencias seculares y cíclicas», explica el experto.
En términos de demanda, el mercado estadounidense ha alcanzado un estancamiento cíclico. El aumento de los tipos de interés de los préstamos para automóviles, el elevado mercado de vehículos que terminan su periodo de leasing y la elevada proporción de ventas de vehículos ya reservados en 2019 no proporcionan una base para un mayor crecimiento.
El mercado chino, cada vez más relevante, registró en 2018 su primera disminución en décadas, a la que siguió una marcada corrección del volumen de ventas, estimada en un 9% en 2019. Para 2020 esperamos un nuevo descenso del 3%, debido a que el mercado chino sufre los efectos del elevado número de compras que se llevaron a cabo en años anteriores, cuando los impuestos sobre los vehículos eran más bajos.
El consolidado mercado de Europa occidental casi ha regresado a los volúmenes anteriores a la crisis (2007), apoyado por la venta de inventarios pendientes desde 2018 y los planes de desguace de vehículos diésel más antiguos, especialmente en Alemania, antes de la introducción de normas de emisión más estrictas.
«La industria automovilística europea se enfrenta a dos años de transición para cumplir con una legislación sobre emisiones de carbono más estricta que dejará su huella en la rentabilidad de los fabricantes de equipos originales (OEM, por sus siglas en inglés). La demanda se reducirá en 2020, después de haberse detenido el año pasado, en parte debido a la prisa por comprar automóviles antes de la introducción de un nuevo protocolo de pruebas de emisiones el otoño pasado y el conjunto de incentivos públicos disponibles para comprar nuevos automóviles», explica Stäblein.
Finalmente, termina concluyendo que: «Los fabricantes de automóviles de todo el mundo han mostrado disciplina en su apalancamiento durante casi una década, de hecho, creemos que el apalancamiento financiero de las operaciones industriales continuará a niveles ligeramente superiores a 1x (mediana del sector). Lo mismo ocurre con los vendedores de automóviles, en los que el apalancamiento tiende a ser ligeramente superior (la mediana del sector está en torno a 2x), pero sigue siendo suficientemente bajo como para hacer frente a cambios de volumen ligeramente negativos».
2020-02-20 12:04:19