Evitar la inactividad, promover el ejercicio físico y evitar la exposición excesiva a información sobre el coronavirus son algunos de los consejos que desde la Universidad Abierta de Cataluña (UOC) aportan para prevenir el confinamiento. En España hay más de dos millones de personas mayores de 65 años que viven solas, de las que más […]
Dirigentes Digital
| 18 mar 2020
Evitar la inactividad, promover el ejercicio físico y evitar la exposición excesiva a información sobre el coronavirus son algunos de los consejos que desde la Universidad Abierta de Cataluña (UOC) aportan para prevenir el confinamiento. En España hay más de dos millones de personas mayores de 65 años que viven solas, de las que más de 850.000 tienen 80 años o más. El aislamiento al que los ciudadanos se han visto obligados desde que se decretara el Estado de Alarma puede provocar ansiedad y depresión en la población en general, pero de manera más característica en las personas mayores en hogares unipersonales: “La disminución significativa de las actividades y rutinas cotidianas, una baja estimulación sensorial y una disminución del contacto social pueden alterar su estado anímico”, explica Alba Pérez, profesora de psicología de la UOC.
Las restricciones impuestas acentúan el aislamiento social de este colectivo que, tal y como señala la experta en psicología y envejecimiento de la UOC, Montserrat Lacalle, pueden alterar significativamente sus emociones. “Si la persona que vive sola solía salir y tener contacto social, el aislamiento puede influir negativamente en su estado de ánimo, favoreciendo ciertos estados depresivos”. En este punto, Lacalle resalta que no se debe olvidar otra problemática a la que se enfrentan estas personas: “Ser población de riesgo les puede llevar a tener una percepción más negativa de la situación, con un aumento de la sensación de vulnerabilidad y miedo”.
Por ello, para gestionar el aislamiento y reducir la angustia derivada de esta situación, es recomendable “poner el pensamiento en el mañana y pensar en lo que encontraremos cuando termine”, tratando de mantener la paciencia y asumiendo que se trata de hecho puntual que, a pesar de su importancia, pasará. En la actualidad, casi el 50% de los mayores de 65 años ya se conecta a Internet desde su casa y en su mayoría lo hacen desde su teléfono móvil, por lo que para disminuir la soledad, desde la UOC recomiendan mantener la comunicación con los familiares y amigos con herramientas como el Whatsapp. “Deben evitar encerrarse en sí mismos y procurar un contacto regular con amigos y familiares, ya sea por teléfono o videoconferencia” con el fin de promover la sociabilización, remarca Pérez.
En este sentido, también aconsejan a aquellas personas que navegan por Internet, que estos días podrían ser un buen momento para aprender nuevas habilidades a través de la red, y entrar en contacto con comunidades virtuales para compartir intereses como la lectura, la cocina o la fotografía. “Un aliado del aislamiento es la inactividad”, advierte Lacalle. Y para combatirla propone planificar una serie de tareas con el objetivo de mantenerse activo. También sugiere pasear, en la medida de lo posible, por los diferentes espacios de la casa y, de igual forma, destaca que es importante mantener una serie de rutinas como el horario para despertarse y acostarse o las comidas. Por su parte, las tareas domésticas suponen otra forma de mantener la mente ocupada y contribuir a promover el ejercicio físico al hacer que las personas se muevan por la casa.
La comunicación constante y la actividad física son dos elementos que desde la UOC acentúan para atajar el confinamiento de las personas mayores. Sin embargo, tal y como concluye Pérez, en estos días también se debe evitar la exposición excesiva a información sobre el coronavirus y saber desconectar de las noticias: “Está bien mantenerse informado, pero hay que elegir medios de comunicación contrastados y reservar unos momentos concretos para hacerlo”.