Nada se pierde, todo se transforma. Y a veces, cambia de lugar. O sea, que un poco de barriga prominente puede convertirse, en manos de un hábil cirujano plástico, en un hermoso trasero. Este es el principio del lipofilling – o reinserción de grasa- un método de cirugía estética que, ahora mismo, está considerado como […]
Dirigentes Digital
| 12 jun 2018
Nada se pierde, todo se transforma. Y a veces, cambia de lugar. O sea, que un poco de barriga prominente puede convertirse, en manos de un hábil cirujano plástico, en un hermoso trasero. Este es el principio del lipofilling – o reinserción de grasa- un método de cirugía estética que, ahora mismo, está considerado como una de las técnicas de cirugía plástica más demandadas en el mundo, según un informe del Congreso Europeo de Estética Médica y Quirúrgica (IMCAS).
Los glúteos de celebrities como Kim Kardashian o Beyoncé hablan bien a las claras del porqué de esta alta demanda. El doctor Carlos Gullón Cabrero, cirujano plástico y socio director de FEMM Cirugía y Medicina Estética (Madrid), explica que “aunque esta técnica es aplicable a distintas partes del cuerpo, en el caso concreto de los glúteos, la inserción de grasa autóloga (extraída de una zona del cuerpo de alguien, para reinyectarla, después, en otra zona de ese mismo cuerpo) se adapta mucho mejor, al cuerpo del paciente, que las tradicionales prótesis”.
TODO COMENZÓ EN LOS AÑOS 90
Desde aquel momento, y hasta comienzos del actual milenio, esta técnica (antes conocida como transferencia de grasa) se utilizaba, principalmente, en operaciones de cirugía reconstructiva, como recuerda el doctor Franck Benhamou, cirujano estético en París y autor del libro Las prótesis mamarias en 100 preguntas (ed Grego). Sin embargo, en los últimos diez años la técnica del lipofilling ha evolucionado tanto que ha acabado por convertirse “en una práctica común en operaciones de aumento de senos, nalgas y rejuvenecimiento de ciertas áreas de la cara.
También se utiliza en procesos de reparación de cicatrices hundidas y de radioterapia; secuelas de liposucción y, también, para recuperar de la atrofia a casi cualquier tejido corporal “, agrega Gilbert Vitale, cirujano plástico, presidente de la sociedad francesa de estética de cirujanos plásticos. Con esta técnica quirúrgica se logran dos objetivos: perder volumen en las áreas más rebeldes del cuerpo y, en las que no se está tan contento, ganar definición y curvas.
DURA, DURA Y… DURA
Otra de las ventajas de esta novedosa técnica, frente a los rellenos sintéticos tradicionales o a los implantes, es su efectividad y durabilidad. Ambas son mucho mayores, puesto que, con las técnicas de siempre y en la mayoría de los casos, no suelen superarse el año o dos años de duración, antes de volver a pasar por el quirófano para una nueva intervención reparadora. En palabras del doctor Franck Benhamou “a esto habría que sumar la ausencia de rechazo, al tratarse de tejido que pertenece al mismo paciente. O el aspecto natural de los resultados, puesto que el relleno se adapta al tejido de la piel, mejorando su hidratación y aspecto”.
Especialmente importante es, esta durabilidad, en intervenciones de remodelación facial mediante lipofilling. ¿Por qué? El doctor Carlos Gullón lo explica “porque uno de las manifestaciones más evidentes del envejecimiento de un rostro es que la grasa facial se atrofia, se encogen los tejidos, se pierde tono. Ahora, el lipofilling permite realizar una remodelación facial con un tejido absolutamente natural (la propia grasa de uno). Esto da al rostro un aspecto absolutamente natural, que no empasta la cara, que no provoca esas caras céreas, rígidas que vemos en las fotografías de algunas celebrities de Hollywood, sino que, con todas naturalidad, devuelve lo que se ha perdido con el paso de los años”.
LLENA DE FACTORES DE CRECIMIENTO
Pues sí. Otra cualidad, altamente beneficiosa de la grasa autóloga es que resulta que está llena de factores de crecimiento. ¿Y qué se consigue con esto? El doctor Ramón Calderón Nájera es el presidente electo de SECPRE (Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética). Según su experiencia, el uso de grasa autóloga permite “además de aumentar los volúmenes, mejorar la textura de la piel. Hacemos que la piel se vea con más vida, con más brillo. Podemos incluso atenuar manchas, pequeñas lesiones vasculares. A través del engrosamiento de la piel en determinadas zonas conseguimos esos efectos”.
OJERAS FUERA
Aplicar la técnica del lipofilling sobre las ojeras permite en gran medida atenuarlas, algo no fácil de conseguir. Eso, según explica el doctor Carlos Gullón “también es consecuencia del factor de crecimiento presente en la grasa corporal utilizada en la técnica del lipofilling. Incluso, para la piel con radiodermitis, personas que han sufrido los efectos de la radioterapia, pueden ver visiblemente recuperado el tejido de su piel. Hasta ahora no teníamos realmente elementos capaces de mejorar, de modo claro, esta situación”.
CÓMO FUNCIONA: PRIMERO LA LIPOSUCCIÓN
Así es. Lo primero de todo será extraer la grasa corporal, que posteriormente se reubicará en otra parte del cuerpo, mediante una intervención de liposucción. “La grasa se coloca en una centrífuga que purificará y conservará solo lo mejor de ella. Se estima que de tres a cuatro litros tomados, conservaremos solo 800 mililitros”, dice la cirujana plástica Carmen Iglesias Urraca, jefe de sección de Cirugía Plástica en el Servicio de Cirugía Plástica y Quemados del Hospital Universitario La Paz de Madrid. Una cifra que varía según la morfología de los pacientes. Según la doctora Iglesias Urraca “no obtendremos la misma cantidad de buena grasa en mujeres de 50 y 90 kilos, por ejemplo”.
Con esa grasa, y su uso mediante la técnica del lipofilling, los pacientes también buscan redefinir zonas de su cuerpo como el vientre o las caderas. El doctor Carlos Gullón aclara que “el primer litro de grasa extraído es el de mejor calidad, dado que contiene muy poca cantidad de sangre. Luego, gradualmente y según la extracción se acerca a la zona del músculo, la calidad disminuye al aparecer algo de sangrado”.
Antes de acabar, el doctor Ramón Calderón Nájera quiere puntualizar algo: “ni el lipofilling, ni tampoco la liposucción, son técnicas que tengan por objetivo final la reducción de peso. O sea, que ni uno ni otro son tratamientos contra la obesidad. Lo que hacen es eliminar los excesos de grasa acumuladas (rebeldes a la dieta y al ejercicio) y reponer volumen, en zonas específicas del cuerpo, para lograr una figura armoniosa y estética”. Burlar el paso del tiempo es complicado, pero no cabe duda de que el Lipofilling puede ayudar… y mucho.