Coincidiendo con las ansiadas escapadas de verano, Emilio Moro abre las puertas de su terraza a pie de las bodegas al público. Ubicada en la localidad vallisoletana de Pesquera del Duero, este entorno único da vida a unos vinos con personalidad, rebosantes de pasión y tradición para desconectar de la rutina, más aún en tiempos […]
Dirigentes Digital
| 16 jul 2021
Coincidiendo con las ansiadas escapadas de verano, Emilio Moro abre las puertas de su terraza a pie de las bodegas al público. Ubicada en la localidad vallisoletana de Pesquera del Duero, este entorno único da vida a unos vinos con personalidad, rebosantes de pasión y tradición para desconectar de la rutina, más aún en tiempos de pandemia.
A tan solo una hora y media de Madrid, puede funcionar como parada estratégica en mitad de trayecto hacia el lugar de vacaciones o como un destino en sí mismo, en el que quedar con unos amigos que compartan la misma afición.
Tanto en las mesas exteriores como en la zona de ‘wine bar’ del porche -con aire rústico, muy luminoso y salpicado de vegetación- se puede disfrutar de cualquiera de las referencias de la firma, por botellas o por copas, acompañadas de un picoteo: una tabla de jamón ibérico, un buen queso castellano, unas conservas premium (mejillones en escabeche, sardinillas o navajas) o algún plato más especial como sugerencia del chef (ensalada de codorniz escabechada, carpaccio de bacalao, bao de lechazo con verduras o, si el hambre azuza, media ración de cochinillo confitado).
El aperitivo en esta apetecible terraza puede formar parte también de uno de los diferentes planes de enoturismo que propone Emilio Moro y que integran un recorrido guiado por los viñedos y la bodega con los que descubrir su tradición de uno de los lugares más emblemáticos de la Ribera del Duero.
La visita se puede completar con una comida más formal en su restaurante, donde se ofrece un menú protagonizado por los productos de la zona. La mejor forma de sumergirse en los encantos gastronómicos de la zona. El broche de oro a la jornada lo ponen las fantásticas vistas que se disfrutan desde su mirador, las Terrazas de Sanchomartín, que se alza sobre un mar de viñedos único en el mundo.