La relación de los y las celebrities -los famosos y famosas de toda la vida- con Los Cabos arranca hace ya 70 años. Fue entonces cuando, a este bucólico rincón costero de la Baja California (México), llegó el escritor y guionista John Steinbeck. Durante seis semanas, el autor de Las Uvas de la Ira, se […]
Dirigentes Digital
| 16 jul 2018
La relación de los y las celebrities -los famosos y famosas de toda la vida- con Los Cabos arranca hace ya 70 años. Fue entonces cuando, a este bucólico rincón costero de la Baja California (México), llegó el escritor y guionista John Steinbeck. Durante seis semanas, el autor de Las Uvas de la Ira, se embarcó en un pequeño barco sardinero llamado Western Flye y recorrió todo el litoral.
Del diario de a bordo de aquella travesía salió uno de los libros más emotivos, nunca escritos, sobre el mar y más respetuosos con la naturaleza. A medio camino entre la crónica de viaje, la revelación científica y la exaltación de los silencios y las riquezas del universo marino, aquellas páginas de Steinbeck descubrieron este paraíso a un Hollywood que queda a dos horas por carretera. Los John Wayne, Ernest Hemingway, Bing Crosby, Lucille Ball o Steve McQueen no tardarían en aparecer por aquí… abriendo una ruta que hoy recorren modernas celebrities como Cindy Crawford, Jennifer Aniston, Julia Roberts, Naomi Watts, Paulina Rubio, Tamara Falcó, Jessica Alba… ¿Uno de los últimos nombres en sumarse a esta lista? la actriz Gwyneth Paltrow que, en compañía de su novio Brad Falchuk -que será marido a finales del verano-, acaba de llegar de este paradisiaco enclave turístico, donde ha celebrado, con su pareja, su compromiso.
En un resort por estrenar
Durante su romántica escapada, Gwyneth Paltrow y su pareja estuvieron alojados en el Four Seasons Costa Palmas. Todo lujo, el resort aún no ha sido inaugurado de forma oficial… aunque cuando habrá sus puertas, seguro que será un éxito. Y es que hay pocos alojamientos que puedan ofrecer, en un solo paquete, cuatro kilómetros de playa virgen; 250 habitaciones en las que se han cuidado hasta el más pequeño detalle; campo de golf privado; un puerto deportivo en el que pueden atracar yates de hasta 76 metros de eslora; un spa inspirado en el hábitat desértico de los alrededores… en definitiva, un lugar en el que perderse con vistas al Golfo de California.
San Dionisio, un oasis en el desierto que no hay que perderse
En el paisaje de la Baja California prima la hermosa y agreste fotografía del desierto. Sin embargo, de repente, y aquí y allá, brotan exuberantes oasis que dejan atónito por su abierto y hermoso contraste con el entorno. Uno de estos parajes es el oasis de San Dionisio. Enclavado en plena reserva de la biosfera de Sierra de la Laguna, cercano a la pequeña localidad de Santiago, el oasis de San Dionisio está en el fondo del cañón del mismo nombre. El vergel lo alimenta una cascada que, al igual que la vegetación que lo rodea, se transforma espectacularmente en época de lluvias. Esto es algo que sucede en los meses de agosto y septiembre. Gwyneth Paltrow y su novio estuvieron allí. Diversas fotografías de la cuenta de Instagram de la actriz así lo demuestran.
Sol radiante y playas vírgenes de blancas arenas
También en la cuenta de Instagram de la protagonista de Iron Man, imágenes de las playas de Cabo San Lucas hablan de la espectacularidad del lugar. De todos ellos, dos de los arenales más famosos y mencionados por publicaciones y redes sociales, son la Playa del Amor y Playa del Divorcio. Además, cerca queda el famosísimo e icónico Arco, una dimensión rocosa que separa al Golfo de California (o Mar de Cortés) del Océano Pacifico. En cualquier caso, todas las playas de Los Cabos tienen un toque particular que diferencia las unas de las otras. Algunas, por la altura de sus olas; otras, por ser muy apreciadas por los amantes de los deportes acuáticos; otras, simplemente, por el blanco de unas arenas que invitan a tomar el sol. ¿Algunas sugerencias? Las playas Santa María, el Médano, Chileno, La Empacadora o Coral Negro… entre otras.
Algunas cosas que saber sobre Los Cabos
Fuera de los enclaves turísticos, no es difícil imaginar que Los Cabos no han cambiado demasiado desde que Steinbeck quedara deslumbrado por la belleza y feracidad de la Baja California. Y es que no quedarse prendado de los pequeñas playas y hermosos atardeceres de este rincón del litoral pacífico mexicano es, simplemente, imposible. Steinbeck vino aquí buscando privacidad y anonimato. Hoy celebrities de medio mundo siguen llegándose hasta aquí buscando lo mismo. Para todos ellos, siempre rodeados de flashes, focos y autógrafos, la discreción es sinónimo de lujo cuando llegan a Los Cabos.
Cuando el viaje hasta aquí se hace en coche, el trayecto discurre por kilómetros y kilómetros de desierto bello y agreste. Sin embargo, cuando el asfalto alcanza la costa, cerca de Cabo Pulmo, todo estalla en una fiesta de color, en una fusión salvaje, espectacular y única entre el Océano Pacífico y el Mar de Cortes. Todo un paraíso que, además, los lugareños mantienen limpio. Es difícil encontrar un papel, una colilla o una lata. Y esto vale para las playas y también para los minúsculos poblados, viviendas aisladas, autocaravanas o espléndidas mansiones que, de tanto en tanto, rompen la soledad de la ruta.
La vida se ralentiza hasta casi pararse
Todo el que haya estado en Los Cabos sabe lo que esto significa. Desde el mismo momento en que se llega a Los Cabos, la vida adquiere un ritmo lento. Así que no es de extrañar que, encontrado esa suerte de dulce e impagable sopor, sea difícil volver a casa. Pesca, mar, tequila, paz, libertad, sol, olas, surf, viento… ¿Quién no busca, en la vida, un lugar así al que escaparse? Gwyneth Paltrow y su pareja lo encontraron.