En un contexto tan importante como en que nos encontramos en plena segunda oleada de Covid-19 y con la mirada puesta en las vacunas que nos llevarán a la ansiada normalidad de nuevo, es necesario observar qué ha pasado con los dividendos mundiales.
De esta manera, Janus Henderson Investors ha elaborado su Global Dividend Index en el que los datos del tercer trimestre de este año marcado por la crisis sanitaria y económica.
Los dividendos disminuyen, pero menos que en el segundo trimestre de 2020
Entre sus principales conclusiones destacan que los dividendos mundiales han disminuido 55.000 millones de dólares hasta los 329.800 millones en este periodo, una caída que en términos numéricos sería de 11,4% en base subyacente y del 14,3% en tasa general.
Así, aunque el golpe sea fuerte, lo cierto es que el hundimiento de este periodo ha sido menos drástico que el del segundo trimestre, pues según comentan, “los patrones estacionales del tercer trimestre son favorables a las zonas del mundo donde los dividendos han mostrado más resiliencia”.
Desde el punto de vista geográfico y comparativo, los pocos países que han registrado este tercer trimestre un incremento de la remuneración al accionista son China, Hong Kong y Canadá. La peor parte de estas grandes economías se la han llevado sin embargo Reino Unido, Australia y Países Bajos.
Los dividendos españoles: una remuneración plana al accionista
Pese a que los dividendos españoles tuvieron un muy complicado segundo trimestre, este tercero ha mostrado un mejor tono y una remuneración al accionista plana en tasa interanual subyacente.
De hecho, la directora de ventas para Iberia de Janus Henderson expresaba: “Después de un duro segundo trimestre para los dividendos españoles, el aumento de los repartos en las empresas de suministros públicos ayudó a mejorar los datos y repartir 5.600 millones de dólares en el tercer trimestre, manteniéndose así una remuneración al accionista plana en tasa interanual subyacente (0,1%)”.
Y añadía: “Vienen meses delicados e inciertos para los mercados donde los datos dependerán de la evolución de la pandemia, de la recuperación de la economía y de la confianza de los inversores. En este entorno, resulta clave establecer un horizonte temporal a largo plazo y mantener un enfoque global y diversificado. La gestión activa cobra incluso mayor sentido ya que da acceso a las mejores oportunidades que brindan los mercados y evita aquellas empresas que se vean más afectadas.”
1970-01-01 00:00:00