Las pymes españolas han sufrido un “brusco deterioro de su situación económica”. La crisis del coronavirus ha incidido particularmente en los negocios más pequeños, según el análisis del Banco de España. Las pymes tienen una capacidad menor y un margen de maniobra más estrecho para enfrentar este tipo de imprevistos. Su principal preocupación en el […]
PYMESDirigentes Digital
| 10 ago 2020
Las pymes españolas han sufrido un “brusco deterioro de su situación económica”. La crisis del coronavirus ha incidido particularmente en los negocios más pequeños, según el análisis del Banco de España. Las pymes tienen una capacidad menor y un margen de maniobra más estrecho para enfrentar este tipo de imprevistos.
Su principal preocupación en el corto plazo es mantenerse a flote, como demuestran las ingentes peticiones de crédito, mientras las perspectivas de ventas y beneficios continúan empeorando. La encuesta del organismo español revela cómo se ha invertido la tendencia. Las compañías españolas registraron un aumento de las ventas del 15% a finales de septiembre de 2019 con respecto al semestre anterior, mientras que en marzo de 2020 la facturación se ha reducido un 5%.
Tampoco son halagüeñas las cifras en cuanto a beneficios. En septiembre del año pasado valoraban la caída de sus ganancias en un 5%. La respuesta a la encuesta a finales de marzo muestra un descenso de los beneficios del 20%. En resumidas cuentas, lo que refleja esta encuesta es que hay menos empresas que declaran un aumento de ingresos frente que las que comunican un descenso de la facturación, algo que no sucedía desde 2013.
Por ello, Cepyme ha advertido reiteradamente acerca de la necesidad de facilitar la financiación de las pequeñas empresas, dado que su viabilidad está en juego “incluso si acometen una reestructuración de costes”. De hecho, las pymes españolas se han lanzado a solicitar préstamos bancarios, de modo que a finales de marzo el 37% de los pequeños negocios españoles acudieron a esta financiación, frente al 31% que declararon haberlo hecho en septiembre. Además, este porcentaje es significativamente superior al de la media europea, que alcanza el 29%.
El principal temor de las empresas es que la crisis empeore las condiciones para recibir créditos. Aumenta desde el 26% hasta el 31% el porcentaje de empresas que creen que la situación económica general perjudica la obtención de créditos, y también se eleva (hasta el 24%, nivel no visto desde 2013) la proporción de empresas que estiman que el deterioro de su situación es un obstáculo para acceder a nuevos créditos.
La organización que representa a las pymes en España, en colaboración con Álvarez & Marsal, calcula que la necesidad de financiación adicional para el corto plazo asciende a 200.000 millones de euros. Por ello, desde la organización se indica que el paquete de avales de 100.000 millones de euros proporcionados por el ICO “no cubriría las necesidades de financiación” que las empresas tenían antes de la crisis.
Aun así, las pymes han sido las principales beneficiarias de los avales públicos que, por otra parte, más que cubrir la urgencia de liquidez suponen un mayor nivel de endeudamiento. Con todo, hasta el pasado 7 de agosto (últimos datos disponibles) las pymes coparon el 98% de las operaciones de financiación, un total de 754.588 de 769.199.
Así, más de 400.000 empresas han sido avaladas por el ICO para solicitar financiación bancaria. En el caso de las pymes, el ICO ha cubierto el 80%, mientras que en el resto de empresas el importe avalado asciende al 70%. La financiación recibida por las pymes y autónomos se ha elevado a 66.685 millones de euros, lejos de los 200.000 millones que calcula Cepyme.