¿Qué esperan los gestores de la Cumbre del G20?

De antemano, lo positivo es que esta reunión que tiene lugar desde ayer y que concluye este sábado ha servido para propiciar el primer acercamiento entre Donald Trump y Xi Jinping desde la ruptura total de relaciones entre EE.UU. y China. Hasta el mes de mayo, parecía que el acuerdo entre ambas potencias estaba cerca, pero los avances se frenaron, tras el aumento de los aranceles, sobre todo por parte de EE.UU. A partir de ahí, el veto a Huawei puso de manifiesto que no sólo está detrás una guerra comercial, sino también “qué país se hace con el liderazgo tecnológico en las próximas décadas”, señalan desde Diaphanum.

Razones para un no acuerdo

Puesto que la tecnología está jugando un papel relevante, el problema de fondo es muy importante. Para los expertos de Diaphanum “alcanzar un acuerdo beneficioso para ambas partes será complicado y afectaría de forma importante a la economía real, teniendo en cuenta que el año que viene se celebran en EE.UU. elecciones presidenciales”

Mientras, Fidelity tiene claro que existen muchas razones para pensar que es poco probable que se resuelva la cuestión este fin de semana. “China tiene un Plan B de nuevos estímulos si las conversaciones fracasan”, apunta Jeremy Ocansey, Analista de Fidelity International, quien señala también que la presión interna sobre Trump ha descendido desde Wall Street por la disposición de la FED a bajar tipos. En todo caso, desde la gestora no piensan que un eventual acuerdo “tenga un gran efecto a largo plazo sobre el crecimiento mundial, dado que hasta ahora las tensiones comerciales se han limitado a EE.UU. y China y algunos países podrían beneficiarse de la reordenación de las cadenas de suministro fuera de China”.

“El escenario más probable es que Trump y Xi reanuden las negociaciones. Potencialmente, podrían congelar el status quo entre EE.UU. y China sobre los aranceles actuales durante un período limitado de tiempo. Sin embargo, las tarifas de los automóviles estarían exentas de esto, ya que son de naturaleza global y están mucho más dirigidas a la Unión Europea y Japón”, señala Frank Häusler, estratega jefe de Vontobel AM. Desde esta gestora reconocen que un acontecimiento fuera de este escenario principal, positivo o negativo, tendría un efecto en los mercados”.

Desde Dynamics Solutions (Natixis IM) creen que el conflicto “no se resolverá hasta finales de este año o en 2020, cuando es probable que aumente el coste político para ambas partes, ya que el impacto económico y posiblemente también el impacto en el mercado podrían sentirse más agudos”.

Para Hervé Chatot, Gestor de Multi Asset, La Française AM, el resultado más probable es un “alto el fuego”o tregua, por el que EE.UU. acuerde suspender los aranceles adicionales y reiniciar las negociaciones. “Este resultado seguiría siendo favorable al mercado, pero está bastante descontado. La bolsa de EE.UU. está cerca de su máximo histórico”. Eso sí, reconocen que no se puede excluir el escenario de aumento de la tensión como consecuencia de un fracaso en las negociaciones.

En todo caso, pase lo que pase hoy, Naomi Waistell, gestora de Newton, parte de BNY Mellon Investment Management, asegura que su “estrategia de inversión no puede depender, y de hecho no depende, de previsiones ligadas a acontecimientos concretos como este”. En este sentido, asegura que ante el comportamiento ruidoso y cortoplacista de los mercados, “nuestra respuesta ha sido cambiar lo mínimo, manteniendo un horizonte temporal a muy largo plazo, de forma que una corrección en China puede ofrecer puntos de entrada muy atractivos en valores concretos”.

2019-06-27 15:13:52

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