Recientemente, Gellify, plataforma que conecta inversores y emprendimiento, lanzaba un informe sobre la innovación de la industria manufacturera en el marco de la Unión Europea. Un estudio que destacaba la relevancia de la transformación digital en el actual escenario macroeconómico, en el que la industria manufacturera se ha sumado al cambio, asumiendo el futuro con […]
IndustriaDirigentes Digital
| 26 jul 2023
Recientemente, Gellify, plataforma que conecta inversores y emprendimiento, lanzaba un informe sobre la innovación de la industria manufacturera en el marco de la Unión Europea. Un estudio que destacaba la relevancia de la transformación digital en el actual escenario macroeconómico, en el que la industria manufacturera se ha sumado al cambio, asumiendo el futuro con optimismo.
Diego Fernández, CEO de Gellify, destaca la excelencia operativa, la servitización y la sostenibilidad como las tres palancas fundamentales que garantiza el éxito de las empresas del sector de la manufactura en un entorno desafiante y en constante evolución. DIRIGENTES le ha entrevistado para analizar este y otros temas de relevancia en el ámbito industrial europeo.
La industria está completamente transformada por la necesidad de ser cada vez más disruptivos y generar costes más ajustados, además de por supuesto la digitalización que están viviendo todas las industrias.
En una transformación digital de semejante magnitud aparecen dos grandes grupos en el proceso, los early adopters, los primeros siempre en adoptar tecnologías nuevas, lo que les hace, a su vez, más competitivos, y los que lo siguen, los followers, los que prefieren esperar a que el proceso esté afianzado para ponerlo en práctica. Pero también existe otro sector en el mercado que, de alguna forma, les obliga a seguir esa tendencia para igualarse en cuanto a tecnología, a innovar, a renovarse con respecto a la competencia o incluso adelantarse a ello.
Esto mismo es lo que ha pasado en el sector manufacturero, que ha tenido que adaptarse sí o sí. Bien por los primeros que empezaron a hacerlo, bien porque la tecnología se ha democratizado y, por lo tanto, es más sencillo y asequible hacerlo. Al final, todos los sectores, el de la industria el primero, se han visto sucumbidos por esta revolución digital.
La industria, por más que se crea, no es la que más contamina. Otro tema son las materias primas, pero la manufactura, a nivel de impacto medioambiental no es el sector más perjudicial, existen otros muchos, como la automoción, mucho respetuosas con el medio ambiente.
La manufactura se ha tenido que transformar y con la obligatoriedad a cumplir con unos pasos claves a favor de la sostenibilidad. Existen dos grandes tendencias, una es la imposición de normativas, tanto europeas como mundiales, que te indican la cantidad concreta de CO2, la forma de no contaminar, etc. Imposiciones legales que te obligan a cumplir.
La otra está relacionada con el punto de competitividad. Existen muchas industrias que están empezando a trabajar y regir sus modelos de negocio por la economía circular, una forma de reutilizar los procesos para que puedan ser circulares, reutilizables en futuras fases de la cadena de producción, con el fin de generar la menor cantidad de residuos. Al haber metodologías que permiten hacer eso, las industrias no solo pueden contaminar menos, sino que pueden autogenerarse su propia materia prima o generar ahorros.
La sostenibilidad aporta oportunidades, no solo a nivel de leyes, sino que también supone una fuente de ingreso, una mejora o un ahorro. La sostenibilidad es igual de importante que la digitalización, está transformando completamente los procesos de fabricación.
Por supuesto que cada elemento es independiente. Depende mucho del volumen de fabricación que tengas, del proceso que sigas, si es más o menos complejo y, por supuesto el tamaño de la empresa. No es lo mismo una pyme que una gran compañía.
A pesar de parecer lo contrario, a mayor tamaño, mayores dificultades, ya que, hablar con una multinacional que produce a grandes volúmenes, en varios países, se enfrenta a diferentes procesos y parámetros muy medidos y optimizados que no son fáciles de modificar. En cambio, algunos fabricantes más pequeños están siendo más innovadores, tienen más capacidad para modificar procesos.
Por lo general, España cuenta con una cultura industrial muy avanzada, muy potente y extendida, de medio a gran tamaño. Ahora mismo hay mucho talento en el sector, ha sabido avanzar históricamente, posicionándose actualmente en el top europeo con sectores como el textil o el farmacéutico. Evidentemente, aparte se encuentran otro tipo de sectores que, a nivel global, es inviable competir, como la electrónica o el de automoción.
Pero, a nivel competitivo, existe un know-how muy potente de la manufactura española, siendo esta de alta calidad. Hay países como Alemania que están muy avanzados, empezando por sus centros educativos enfocados, precisamente, para ser los mejores en un sector. Pero, sin duda, España se encuentra entre los tres mejores países europeos en competitividad manufacturera.
Impulsamos a las empresas a ser más disruptivas. No solo trabajamos en mejorar su proceso, sino que además ayudamos a las compañías a crear diferentes líneas de negocio, cambiando radicalmente lo que se ha estado haciendo, cómo podemos crear otro tipo de producto o servicio…
Somos el complemento de las compañías para alcanzar ese proceso de transformación, les ayudamos a identificar en qué sector está más huérfano de I+D para ayudarlo a mejorar.
La principal característica que debe tener una startup o un proyecto innovador es que aporte una solución que esté bien probada, con una rigurosidad muy alta, puesto que ello se aplica en los procesos de producción, y se necesitan datos de fallo-error.
La industria manufacturera lo que hace es mirar muy bien que estas técnicas, nuevos procesos o startups estén probadas con exhaustividad, que sean capaces de transformar el proceso que buscan para ese cambio. Que sea un proyecto sólido, con referencias, capaz de producir el cambio, pero con una propuesta de valor muy clara.
A nivel de costes también es muy importante que no suponga un impacto económico muy elevado. En la mayoría de los casos, los márgenes son muy pequeños, algo que se mira mucho en la industria manufacturera. La pregunta de “cuánto me impacta económicamente” se mira mucho a la hora de incorporar un nuevo proyecto de innovación.
La sostenibilidad por supuesto, es un elemento con el que cualquier proyecto debe contar actualmente. Pero también, la Industria.C, todo lo que tiene que ver con la medición de datos. Los datos, finalmente, aportan conectividad, no solo con la mecánica, sino también del control de stock, la demanda existente, la productividad. Y, como no, la digitalización. Al final, está todo integrado.