“Uno de los mejores lugares para hacer negocios del mundo”. Así de rotundo se mostró el director de Invest in Odense, Joost Nijhoff, en la presentación de esta ciudad danesa, lugar que acoge uno de los mayores ecosistemas de empresas dedicadas a la robótica. Para entender por qué Odense es capital mundial del sector de […]
IndustriaDirigentes Digital
| 16 oct 2019
“Uno de los mejores lugares para hacer negocios del mundo”. Así de rotundo se mostró el director de Invest in Odense, Joost Nijhoff, en la presentación de esta ciudad danesa, lugar que acoge uno de los mayores ecosistemas de empresas dedicadas a la robótica. Para entender por qué Odense es capital mundial del sector de la robótica, Invest in Odense cobra especial relevancia. Esta institución tiene un papel fundamental en la promoción y el fomento de esta ciudad al tiempo que propicia el crecimiento para las empresas y los empleos. Pese a que no es la ciudad más grande de Dinamarca, Nijhoff recalca: “Queremos ser el mejor sitio, no hace falta ser el más grande”.
La importancia de este lugar como punto de acceso europeo para la robótica y la automatización queda patente en que en este clúster, llamado Odense Robotics, se encuentran más de 130 empresas dedicadas a esta actividad, un 50% más que en 2015. Este ecosistema empresarial se ha convertido en un imán para los inversores, los cuales quieren ser parte del crecimiento de esta industria. Según datos de Odense Robotics, el clúster generó una facturación de 763 millones de euros en 2017, y de cara a los próximos años, se espera un crecimiento significativo.
La robótica se ha convertido en una industria rentable y tiene un gran potencial de crecimiento tanto en términos de empleados como de empresas. Sin embargo, el gerente de inversiones de Invest in Odense, Bjorn Polenz, destaca que uno de los grandes obstáculos que encuentran para crecer es la falta de candidatos cualificados.
En esta línea, es muy importante la labor de fomento a la innovación y los negocios que llevan a cabo desde esta institución con el StartUp Hub, que se encuentra en las instalaciones del Instituto Tecnológico Danés. En este espacio nacen nuevas empresas todos los meses y todas ellas tienen acceso a instalaciones de oficinas gratuitas donde podrán crear prototipos, acceder a inversores, tecnología, coach que les guiarán y asesorarán, así como una conexión directa con la red de empresas y proveedores de la zona, todo ello en el epicentro de la industria de robots de Dinamarca.
En nuestra ruta por Odense, conocimos el caso de dos startups que están desarrollándose en esta incubadora. La primera de ellas fue Happtec, una empresa danesa de robots y automatización dedicada a la simplificación en la integración robótica inteligente, hardware, software, Internet de las Cosas y grandes volúmenes de datos basados en la nube. En la imagen podemos ver a uno de sus fundadores y CTO, Andreas Holmetoft. Otra de ellas fue Fishi Robotics, que automatiza las inspecciones de buques submarinos utilizando drones autónomos, así nos lo cuenta su fundador, Carl Chatfield.
Especial relevancia tiene la robótica colaborativa, nacida en Odense, la cual ha cambiado el paradigma de fabricación y representa el segmento de mayor crecimiento en robótica industrial. Según datos de esta institución, el 30% de los robots que se van a vender en 2027 serán colaborativos.
Una de las filosofías más extendidas es que las empresas nacen con carácter global, además de ser muy importante la colaboración entre ellas más que verse como competidores. Un ejemplo representativo de esto lo constituye la compañía de tecnologías para robots colaborativos On Robot. De hecho, la colaboración entre empresas como clave para potenciar el crecimiento queda reflejada en ella. OnRobot nació de la fusión de cinco empresas líderes tecnológicas de Estados Unidos, Hungría y Dinamarca y se estableció en junio de 2018 con el propósito de convertirse en “líderes en aplicaciones colaborativas”, según destacó su CEO, Enrico Krog Iversen.
OnRobot ha construido el primer supermercado de aplicaciones colaborativas. Y la idea principal que tienen es que, “a medida que los robots de la industria ligera se conviertan en una commodity, en una mercancía, la atención se centrará más en las tecnologías que permitan su aplicación, como las pinzas, los sensores y la visión”.
Los robots colaborativos se caracterizan por su facilidad de uso, por la seguridad en torno al operario con el que trabaja conjuntamente, su ligereza, así como por su rentabilidad. En cuanto a este último punto, Enrico Krog destacó que, a diferencia de los robots tradicionales, tienen un coste y un periodo de amortización inferior (de aproximadamente unos 6 meses frente a 1 o 2 años en los tradicionales). Es por ello que sus características hayan hecho que las inversiones en automatizaciones sean más atractivas también para las pymes.
La empresa Plus Pack, especializada en soluciones de envasado de alimentos sostenibles, constituye un caso práctico de compañía que utiliza las pinzas de OnRobot. Esta compañía danesa apuesta por la innovación, la automatización y la digitalización y como parte de este objetivo han incluido robots colaborativos en su planta para optimizar tiempos, despejar al operario de tareas de poco valor y realizar un trabajo más eficiente, tal y como relataron Simon Laigaard, Project Manager, y Bastian Fietje, General Manager of group projects. Este es uno de los casos de éxito que confirman los beneficios del uso de cobots.