El Consejo de Ministros aprobó a finales del mes pasado la nueva Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027. Esta normativa, que fija las actuaciones a realizar por la Inspección de Trabajo en el entorno laboral, se centra en la prevención de enfermedades y accidentes relacionados con el trabajo. Para orientar y […]
SaludDirigentes Digital
| 05 may 2023
El Consejo de Ministros aprobó a finales del mes pasado la nueva Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027. Esta normativa, que fija las actuaciones a realizar por la Inspección de Trabajo en el entorno laboral, se centra en la prevención de enfermedades y accidentes relacionados con el trabajo. Para orientar y planificar el desarrollo de las líneas se elaborarán dos planes de acción, que comprenderán los periodos 2023-2024 y 2025-2027.
El primer objetivo que se marca el plan es la mejora de la prevención de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales. En este sentido, se pondrá el foco en el conocimiento de las causas de accidentes de trabajo mortales y se reforzará las actuaciones de las administraciones públicas en la vigilancia y control del cumplimiento de la normativa vigente, especialmente en actividades con elevados índices de accidentes graves y mortales.
Otra de las áreas donde la Inspección de Trabajo y Seguridad Social reforzará las campañas es en aquellas actividades donde sea más frecuente el estrés laboral y en aquellas afectadas por condiciones de trabajo más precarias ya que, según se ha publicado en el BOE, las personas ocupadas en este tipo de empleos están más expuestas a problemas de seguridad y salud.
El texto también contempla la mejora de la recogida de datos para ampliar la información sobre enfermedades relacionadas con el trabajo. En este sentido, contempla la creación de la Agenda Nacional para la Prevención del Cáncer de origen Profesional. Esta deberá recoger acciones de acción preventiva, diagnóstico precoz e intervención temprana de esta enfermedad.
Además, se prevé estudiar la exposición de trabajadores empleados en sectores expuestos a polvo respirable de sílice cristalina, al gas radón y al amianto. En relación con esta última sustancia, se actualizará la legislación vigente para adecuarla a la Directiva europea que regula este aspecto.
Otro de los objetivos marcados en la estrategia es adaptar las medidas preventivas a la nueva realidad laboral. En relación con las nuevas formas de organización del trabajo y la digitalización, se implementarán nuevas tecnologías para la prevención de riesgos laborales (monitorización, apps para ayudar a la identificación y evaluación de riesgos, formación online…).
Además, se prevé la revisión de la legislación vigente sobre lugares de trabajo (RD 486/1997), la relativa a equipos que incluyen pantallas de visualización de datos (RD 488/1997) y la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y el Reglamento de los Servicios de Prevención (RD 39/1997). Asimismo, la normativa también incluirá la COVID-19 en el cuadro de enfermedades profesionales.
Otro de los ámbitos donde se pretende incidir es en la salud mental. El texto prevé identificar y reconocer “a aquellas empresas que acrediten buenas prácticas en el manejo de la salud emocional y prevención de enfermedades mentales”.
En relación con el cambio climático, se tendrá en cuenta el impacto del mismo en actividades más afectadas por la exposición a temperaturas extremas. Además, se impulsará la mejora de las condiciones de aquellos trabajadores empleados en la depuración de aguas, tratamiento y gestión de residuos y energías renovables. La estrategia también tendrá en cuenta el progresivo envejecimiento de los trabajadores en España a la hora de desarrollar los planes de actuación.
Por último, se plantea incidir en las pymes en el desarrollo de todas las actuaciones contempladas en el plan, incluir la perspectiva de género en el ámbito de la seguridad y salud en el trabajo y fortalecer el sistema nacional de seguridad y salud para ganar resiliencia de cara a futuras crisis.