Las empresas que operan estos servicios facturaron en conjunto alrededor de 155 millones de euros
TransporteDirigentes Digital
| 03 jul 2024
Según el Observatorio Sectorial DBK de INFORMA (filial de Cesce), líder en el suministro de Información Comercial, Financiera, Sectorial y de Marketing en España y Portugal, la actividad de servicios de movilidad urbana compartida ha venido recuperando una tendencia de crecimiento, tras el freno que supusieron los efectos de la pandemia de la COVID-19 en un contexto de rentabilidad negativa de muchos de los negocios operativos.
Así, se calcula que la flota global en alquiler de vehículos compartidos pasó de unas 60.700 unidades en febrero de 2020 a 71.000 en abril de 2024, unas 10.300 unidades netas más, repartidas entre bicicletas (42.110), motocicletas (11.975), patinetes (11.340) y automóviles (5.575). El 85% de la flota de bicicletas compartidas corresponde a los sistemas públicos de alquiler municipales.
Por comunidades autónomas, Cataluña concentra una porción mayoritaria de la flota de bicicletas compartidas, cerca de un 32% del total nacional en abril de 2024. Por su parte, Madrid reúne la mayor parte de la flota de motocicletas (43%), siendo también la principal comunidad en los segmentos de patinetes (54%) y automóviles (71%).
Se estima que las empresas de movilidad urbana compartida generaron en 2023 una facturación agregada de alrededor de 155 millones de euros. En abril de 2024 operaban en España unas 85 enseñas activas de movilidad urbana compartida, alguna de las cuales explotaba más de una modalidad de transporte.
En cuanto al grado de concentración de la oferta, las cinco primeras empresas en el segmento de motocicletas reúnen el 98% de la flota total nacional. Por su parte, los cinco primeros operadores del mercado de patinetes concentran de forma conjunta el 94% de la flota total, descendiendo este porcentaje al 75% y 66% en los segmentos de automóviles y bicicletas, respectivamente.
El sector de movilidad compartida presenta un alto potencial de crecimiento, sustentado en las tendencias de movilidad de la población en entornos urbanos y la baja penetración del servicio en España, lo que incentivará en los próximos años la entrada de nuevos operadores.