La llegada de la COVID-19 provocó un terremoto en el panorama empresarial. Durante este tiempo, las compañías se han enfrentado a tres retos fundamentales: el mantenimiento de la productividad, la capacidad para desarrollar nuevas oportunidades de negocio y la habilidad para mantener la relación con los clientes de forma eficaz. En este nuevo escenario, también […]
Dirigentes Digital
| 14 may 2021
La llegada de la COVID-19 provocó un terremoto en el panorama empresarial. Durante este tiempo, las compañías se han enfrentado a tres retos fundamentales: el mantenimiento de la productividad, la capacidad para desarrollar nuevas oportunidades de negocio y la habilidad para mantener la relación con los clientes de forma eficaz. En este nuevo escenario, también se han puesto en evidencia las distintas velocidades con las que la transformación digital se está implantando, y esta diferencia presenta una estrecha relación con el tamaño de los organismos.
Según una encuesta realizada por la consultora Technology by PageGroup, mientras que hasta el inicio de la pandemia la tecnología y la innovación eran una prioridad para el 58% de las grandes organizaciones, esta cifra caía hasta el 44% en el caso de las medianas e, incluso, hasta el 6% en el de las pequeñas. Las conclusiones extraídas también detallan que, en los primeros momentos, las acciones estratégicas que se llevaron a cabo para hacer frente al virus se agrupaban en tres grandes grupos. La inversión en soluciones tecnológicas, la diversificación del modelo de negocio y el teletrabajo, cuya implementación fue la principal iniciativa puesta en marcha con independencia del tamaño de la entidad.
El estudio también ha analizado el aumento de las necesidades entre una muestra de 1.200 directores generales, responsables de recursos humanos y CTOs de España, Portugal, Italia, Turquía, Polonia, Austria y Suiza. En esta línea, las principales áreas de inversión a futuro mencionadas por los participantes colocan el desarrollo de software en primer lugar (41%), seguido de la digitalización de la relación con el cliente (39%) y el CRM (38%). Por su parte, todavía se sigue apreciando un gran contraste en el valor que las grandes compañías están empezando a otorgar a la inteligencia empresarial y a la ciberseguridad, frente a las de menor tamaño, con los riesgos que esto puede ocasionarles.
Así las cosas, la consultora también menciona la inversión en talento como una de las prioridades que los dirigentes deben tener en cuenta para ser capaces de hacer frente a los desafíos. De esta forma, clasifica cinco perfiles clave que serán necesarios en las organizaciones. En primer lugar, el director de IT, cuyo papel es esencial para liderar la transformación digital y la integración de la tecnología en todos los procesos, mientras que el analista de datos tiene la misión de ayudar en la toma de decisiones estratégicas. A pesar de su importancia, según la encuesta, un 55% de las empresas no disponen de este segundo profesional.
Por su parte, el analista de negocio TI, cuya figura todavía no está presente en un 56% de las compañías, debe de ser una persona con experiencia en ambos entornos que actúa como puente entre las necesidades de los profesionales anteriores. Después, el manager de infraestructuras es especialmente importante en los momentos en los que los empleados trabajan en remoto, ya que se encarga de garantizar el óptimo funcionamiento de los sistemas. Y, por último, el CRM manager es el encargado de definir las estrategias de relación con los clientes, con la intención de aumentar su fidelización a lo largo del tiempo. En este último caso, un 63% de los encuestados no cuenta con esta posición.