El fabricante chino de teléfonos móviles Xiaomi ha entrado este lunes en la bolsa de Hong Kong con unas cifras por debajo de lo esperado. Aunque las expectativas estaban situadas en torno a una valoración de 85.000 millones de euros, lo cierto es que la compañía ha tenido que rebajarlas por debajo de los 50.000 […]
Dirigentes Digital
| 09 jul 2018
El fabricante chino de teléfonos móviles Xiaomi ha entrado este lunes en la bolsa de Hong Kong con unas cifras por debajo de lo esperado. Aunque las expectativas estaban situadas en torno a una valoración de 85.000 millones de euros, lo cierto es que la compañía ha tenido que rebajarlas por debajo de los 50.000 y la recaudación incial de la Oferta Pública de Valores (POV) va a quedar en unos 4.000 millones de euros.
No obstante, lo cierto es que el ascenso de Xiaomi desde su fundación en 2010 ha sido imparable y estos malos resultados en su entrada en bolsa vienen derivados de circunstancias externas, como la guerra comercial entre China y Estados Unidos o las dudas del mercado sobre las inversiones en el sector.
La llegada del cuarto fabricante de móviles del mundo al parqué hongkonés ha sido una de las salidas a bolsa más mediáticos de los últimos años. En el ámbito asiático probablemente la mayor desde la salida en Wall Street de Alibaba en 2014.
Xiaomi anunció que llevaría acabo esta Oferta Pública de Venta de acciones el pasado mes de mayo, después de que la Bolsa de Hong Kong anunciara una restructuración que facilitaba la cotización de las tecnológicas. Entonces, sus previsiones eran superar los 8.000 millones de euros en el debut y alcanzar un valor de mercado, como comentábamos más arriba, por encima de los 85.000. Cifras que, vistas en perspectivas, fueron demasiado optimistas.
Está por ver el desarrollo del mercado en un sector tan cambiante, más aun para una empresa que a pesar de la solidez de sus resultados y ascenso meteórico, aun tiene camino por recorrer para ganarse las confianza de los inversores y asentarse en el mercado global de forma definitiva.