Las múltiples señales de parón en la economía mundial no dejan de sucederse. Este mismo lunes, JP Morgan se ha convertido en la última entidad en sumarse a las peores previsiones: la recesión llegaría a mediados de 2023, aunque es difícil prever su duración y repercusión a nivel mundial, según la empresa de servicios financieros.

En este contexto, KPMG ha publicado un estudio en el que ha recopilado la opinión de 1.325 CEO de compañías con ingresos anuales superiores a los 500 millones de dólares entre el 12 de julio y el 24 de agosto. Las compañías que lideran los encuestados son de 11 países distintos, entre los que se encuentra España y cubren diversos sectores, como gestión de activos, automoción, seguros, banca, telecomunicaciones, tecnología…

Las perspectivas de los CEO de las mayores compañías del mundo no son nada positivas: el 86% cree que se producirá una recesión en el próximo año. El lado positivo es que la mayoría de los mismos (58%) pronostica un parón económico leve y que tres de cada cuatro encuestados asegura que la empresa que dirigen tiene planes preparados para enfrentar una coyuntura adversa.

Muchos dirigentes ya se plantean congelar las contrataciones

En los despachos de los dirigentes de las principales empresas ya se plantean tomar medidas para contener los costes. Así se desprende del KPMG CEO Outlook 2022, que asegura que un 39% de los encuestados están considerando suspender las contrataciones; y un 46% de los mismos ya está barajando la posibilidad de reducir su plantilla en los próximos seis meses. 

Los mismos líderes empresariales que se muestran pesimistas con respecto a la coyuntura económica mundial a corto plazo ven un horizonte más esperanzador en los próximos tres años. Así, casi cuatro de cada cinco (79%) espera aumentar su plantilla en este periodo de tiempo. 

En el próximo trienio, los dirigentes consultados pretenden llegar a sus objetivos mejorando la atracción de talento (25%), mejorar la digitalización y la conectividad entre socios (25%), desarrollando planes de contingencia para adaptarse a la evolución geopolítica (21%).

La modalidad presencial sigue preferida por los CEO

El teletrabajo, pese a haberse popularizado a raíz de la pandemia, sigue viéndose con escepticismo por los CEO de las principales compañías. Así, el 65 % de los directores ejecutivos ven la oficina como el entorno de trabajo principal de aquí a 2025, el 28% apuestan por un formato híbrido y solamente el 7% aboga por el trabajo en remoto.

En cuanto a la inversión en tecnología, si se comparan los resultados con los del año pasado, se acorta la brecha entre aquellos que invierten en equipos y servicios (56%) y los que lo hacen en formación o contratación de personal (44%), ya que los participantes en el estudio asocian esta última inversión al aumento de la productividad. También destaca que cada vez son más (71%) los que creen prioritario cerrar acuerdos de colaboración para terminar de adaptarse con éxito a la era digital.