Desde la iniciativa Fi Impact Investing, de Social Nest Foundation, nos explican que pese a que la inversión de impacto y el interés de los inversores en generar acciones positivas, es cada vez más creciente, lo cierto es que aun queda camino por recorrer. Para ello, Margarita Albors, Fundadora y presidenta de la organización, considera […]
Desde la iniciativa Fi Impact Investing, de Social Nest Foundation, nos explican que pese a que la inversión de impacto y el interés de los inversores en generar acciones positivas, es cada vez más creciente, lo cierto es que aun queda camino por recorrer. Para ello, Margarita Albors, Fundadora y presidenta de la organización, considera que es fundamental mostrar oportunidades de inversión atractivas y diversas en este sector.
Social Nest Foundation es una plataforma internacional que conecta, inspira y educa a personas emprendedoras e inversoras, gobiernos, y empresas, brindándoles los recursos necesarios, oportunidades y orientación personalizada para que puedan crear soluciones a los desafíos más urgentes que enfrenta la humanidad.
Fundada en 2010 como entidad pionera en el campo del impacto en España, nuestra visión es formar una comunidad internacional de personas y organizaciones unidas en la construcción de un futuro mejor para todos a través de acciones que buscan tener un alto impacto social y ambiental.
Llevamos a cabo nuestra misión en tres áreas estratégicas: apoyamos a fundadores y fundadoras que utilizan sus empresas para crear un impacto social y ambiental positivo en el mundo; inspiramos, educamos y conectamos a propietarios de activos y gestores de activos para movilizar capital hacia la sostenibilidad y el impacto a través de nuestra iniciativa Fi Impact Investing; e impulsamos ecosistemas de impacto trabajando con plataformas y ecosistemas tecnológicos existentes, como 4 Years From Now (4YFN), el evento para startups de la Mobile World Congress, para incluir los conceptos y oportunidades que el sector ofrece.
El principal criterio de selección es que el objetivo, la razón de ser del emprendimiento sea solucionar un problema social o medioambiental medible, al mismo tiempo que el proyecto persiga ser o ya sea sostenible financieramente.
Desde Social Nest Foundation impulsamos la inversión de impacto. La inversión de impacto es aquella que intencionalmente busca un impacto social o medioambiental medible, además de un retorno financiero. Es decir, el objetivo de generar impacto social o ambiental positivo y contribuir a crear soluciones a los problemas de la sociedad y el Planeta es intrínseco, no es secundario. Las inversiones de impacto se diferencian de las Inversiones Socialmente Responsables (ISR) en que estas son un conjunto de decisiones de inversión normalmente en empresas cotizadas (de renta variable o fija), que incluyen en su análisis, además de los criterios tradicionales (rentabilidad y riesgo), variables ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) por entender que aportan valor a la rentabilidad financiera, aunque no se persiga intencionadamente un beneficio social o medioambiental.
Fi como plataforma promueve la inversión de impacto educando, inspirando y mostrando oportunidades de inversión a quienes disponen de un capital, quieren alinearlo con sus valores, pero no saben cómo. A través de diferentes líneas (foros, webinars, encuentros y formación a medida) acompañamos a estas personas y entidades para que puedan destinar parte de su capital al impacto. Por ejemplo, en nuestros últimos foros han participado fondos y gestoras referentes como Creas, La Bolsa Social, Quadia o ResponsAbility.
Además, estamos promoviendo junto con Zubi Capital (que ya ha lanzado un fondo de Venture Debt de Impacto), un fondo seed para invertir en startups de impacto con una componente de diversidad, al buscar invertir en startups impulsadas o co-lideradas por mujeres.
En España, la inversión de impacto ha tomado impulso a partir de 2019, con la creación de SpainNAB, el Consejo Asesor Nacional para la Inversión de Impacto, del que Social Nest Foundation forma parte como miembro de su junta directiva. SpainNAB tiene como prioridad generar conocimientos sobre el mercado. En su informe de 2020 elaborado junto con ESADE, cifra el tamaño del sector del impacto en España en 2.378 millones de euros de activos bajo gestión, lo que representa un crecimiento del 26% con respecto a 2019.
En España, según datos de SpainNAB, la mayor parte de la oferta de capital para la inversión de impacto proviene de inversores individuales, ya que los depósitos de clientes constituyen la fuente principal de financiación para la banca ética y social, que es el actor con mayor volumen de capital gestionado.
Destacan también el peso de los inversores institucionales y los fondos de las propias fundaciones, con un 10% cada uno. En menor medida (un 7%), los fondos públicos estatales y europeos también están presentes en el mercado y a menudo ejercen de ancla para atraer inversión privada, y solo en algún caso actúan como catalizadores, es decir, generan un efecto multiplicador del capital privado.
En el caso de los fondos de capital privado, que tienen un abanico de inversores muy diverso, los inversores institucionales son los principales financiadores (29%), pues disponen de muchos recursos para invertir, y en los últimos años han identificado la inversión de impacto como un activo interesante. También juegan un papel muy importante los Family Offices (16%) y los grandes patrimonios (14%).
La inversión de impacto es una opción natural para los Family Offices, porque se benefician de una flexibilidad única para realizar inversiones significativas sin los requisitos de rendimiento financiero impuestos a las empresas de capital de riesgo y otros inversores institucionales. Eso no quiere decir que acepten tasas de retorno por debajo del mercado, pero los Family Offices tienden a tener estructuras ágiles para la toma de decisiones que pueden utilizarse para evaluar enfoques financieros nuevos y creativos.
Cada vez más, las generaciones más jóvenes buscan alinear su capital con sus valores familiares y están trabajando para inspirar y educar a los miembros más senior de la familia en torno a la inversión de impacto. En ese sentido, en nuestro último foro anual sobre inversión de impacto, Fi Annual Forum, y en la serie de sesiones preparatorias, Fi Series, contamos con la presencia de jóvenes inversores de impacto que están liderando la transición de la cartera de inversiones tradicional de sus familias hacia la inversión de impacto, como Sam Bonsey (The ImPact), Fernando Scodro (The ImPact), Anne Deana (Freyja Foundation) or Antonis Schwarz (Good Move initiatives). Estos perfiles en España son todavía menos frecuentes.
Según la última encuesta a inversores de impacto de GIIN de 2020, las motivaciones de los inversores de impacto están en la raíz del desarrollo de la industria. Como era de esperar, las tres razones principales para realizar inversiones de impacto tienen que ver con el impacto. Casi todos los encuestados (87%) consideran que tanto el “impacto es fundamental para su misión” como “su compromiso como inversores responsables” son motivaciones “muy importantes”. Además, el 81% cree que la inversión de impacto es una forma eficiente de lograr objetivos de impacto.
Curiosamente, el 70% de los inversores considera que el atractivo financiero de la inversión de impacto en relación con otras estrategias de inversión es al menos algo importante. Junto con el hecho de que el 88% de los encuestados informan que cumplen o superan sus expectativas financieras y más de dos tercios de los encuestados (67%) buscan rendimientos de tasa de mercado ajustados al riesgo para sus activos, este hallazgo puede implicar un cambio de la cada vez más obsoleta percepción de una compensación inherente entre el impacto y el desempeño financiero.
La misma encuesta realizada hace una década señaló que la expectativa de los inversores era de compensar el impacto por menor retorno. También encontró una amplia variación en las expectativas de retorno; por el contrario, los encuestados en la encuesta de este año parecen haberse consolidado más fuertemente en torno a los rendimientos de tasa de mercado, ajustados por riesgo, pero están satisfechos con concesiones en el desempeño financiero, si está en línea con su objetivo.
Antes de la pandemia, la ONU estimó que se necesitan entre 3 y 5 billones de dólares al año en la próxima década para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Como sabemos, la actual crisis mundial ha acentuado los desafíos y existe una necesidad más urgente que nunca de que el capital mitigue los problemas, tanto antiguos como nuevos.
Aunque como hemos visto la inversión de impacto está creciendo en todo el mundo. En términos de inversión ESG (ambiental, social y de gobernanza), el crecimiento y la cantidad de capital asignado a este tipo de productos también son significativos. Pero el déficit de financiación de los ODS sigue siendo enorme y, en mi opinión, es hora de acelerar la movilización de capital hacia el impacto. Aquellos que ya están en el mercado necesitan incrementar aún más sus activos bajo administración. Pero eso por sí solo no será suficiente: debemos invitar a nuevos actores al sector. Solo cuando la inversión de impacto y la inversión socialmente responsable (ISR) se conviertan en la corriente principal, estaremos en una buena posición para resolver los desafíos a los que nos enfrentamos.
Para sumar inversores más tradicionales al sector, creemos que debemos trabajar en cuatro áreas: educación, inspiración y confianza, oportunidades de inversión atractivas, y conexión. Esos son los pilares en los que se basa Fi Impact Investing.
Para nosotros, todo empieza con la educación. En nuestro mundo polarizado, muchos creen que los inversores eligen entre la filantropía o maximizar los rendimientos financieros. Ahora el espectro de oportunidades se ha ampliado, pero muchos inversores aún no saben que es posible alinear capital y valores. No puedes apoyar o involucrarte en algo que no entiendes completamente (o tal vez ni siquiera sabes que existe). Términos como inversión de impacto, exclusión, ESG, SRI, etc., confunden a quienes no tienen experiencia en el campo. En muchos casos, quienes se acercan a nosotros no tienen experiencia interna en tales inversiones. Responder preguntas, como: ¿cómo sé que mi dinero está contribuyendo a un impacto positivo? – es el primer paso para explicar la inversión de impacto.
Mostrar rigor, seguido de metodologías de gestión y medición del impacto, contribuye a la segunda acción que necesitamos: generar confianza e inspirar.
Pero el cambio real no se producirá hasta que más inversores tomen medidas y muevan parte de su capital hacia la inversión de impacto. Por eso en Fi creemos que es fundamental mostrar oportunidades de inversión atractivas y diversas. Atractivas en términos de impacto y rentabilidad financiera, pero también diversas para que todos puedan encontrar oportunidades de inversión que resuenen con los desafíos que les importan. Ya sea invirtiendo en agricultores en América Latina (como el fondo Huruma), mitigando los desafíos que enfrentamos en España (Fondo Bolsa Social) o promoviendo el desarrollo económico en África y frenar así la migración forzosa (Oryx Impact), los proveedores de capital pueden descubrir algo que les funcione.
El último pilar para hacer crecer el mercado de la inversión de impacto es la conexión. Conectarse a una comunidad, donde cada uno de nosotros puede compartir preguntas, experiencias y oportunidades para caminar mejor en nuestro camino hacia el impacto, es crucial.
Sin duda, se ha visto un incremento del interés suscitado por los inversores para generar un impacto positivo con su capital, aunque aún queda mucho camino por recorrer en la movilización de capital hacia el sector.
Un ejemplo de este interés y de la necesidad de dar respuesta al agravamiento de problemas que la pandemia ha traído son la creación de nuevos fondos de inversión de impacto en nuestro país. Ejemplos de ello son Zubi Capital y Global Social Impact Investments.
Zubi Capital es un fondo de apoyo a empresas emergentes de impacto (firmas comprometidas con el progreso sostenible) basado en venture debt (préstamos convertibles en acciones). Zubi Capital surgió en plena crisis sanitaria para contribuir a la falta de liquidez e inversión de compañías tecnológicas e innovadoras en fase crecimiento que no tienen todavía acceso relevante a financiación bancaria.
Global Social Impact Investments es una gestora de fondos bajo el mismo paraguas que Cobas Asset Management, que ultima un vehículo con 40 millones de euros de capacidad para invertir en empresas españolas y colectivos desfavorecidos por la Covid.
La inversión de impacto es una clara oportunidad de contribuir a soluciones sobre los problemas de la sociedad y el medioambiente que más nos preocupan y por ello, la pandemia ha contribuido a poner de manifiesto su importancia y necesidad.
“La inversión de impacto es el área donde conviven la rentabilidad financiera y el impacto social”
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