Según datos obtenidos por Arturo Zamarriego, especialista en regulación financiera, durante el año 2019 fueron 25 las entidades financieras que partici-paron en alguna de las 19 emisiones de bonos verdes en España en 2019. Las 10 con mayor cuota lograron acumular el 78,5% del volumen total emitido. Durante el 2020, entre BBVA y el Banco Santander ya superen esa cifra. Dentro de la modalidad de Préstamos Verdes, el 60% está destinado a pro-yectos de construcción y generación de energías renovables, en su inmensa mayoría proyectos solares y eólicos.
“Las entidades financieras canalizan hoy la mayoría de los recursos hacía proyectos sostenibles medioambientalmente, No sólo lo hacen con la concesión de préstamos verdes sino también ofreciendo la obtención de financiación vía bonos. Debemos tener en cuenta, que, a diferencia de otros mercados, en España hay una clara predominancia de la financiación bancaria frente a los merca-dos de capitales (aproximadamente un 75% frente a un 25%), lo que refleja la importancia de este sector en el reto de la transición ecológica”.
El experto Arturo Zamarriego, explica que han aparecido nuevas fórmulas de crédito ligadas a la evolución de determinados indicadores de sostenibilidad. Como indica el Informe anual de OFISO sobre Financiación Sostenible, la independencia de las empresas verificadoras, la reputación de los prestamistas y la transparencia de los prestatarios son los principales valores para conservar, a la vez que son factores cruciales para afianzar los cimientos del crecimiento futuro de este mercado.
«La banca debe analizar las finanzas sostenibles desde una doble perspectiva: el riesgo medioambiental y la inversión sostenible. Respecto al primero, deberá cuantificar cómo afecta en su balance y modelo de negocio los riesgos físicos y los riesgos de transición asociados al riesgo medioambiental y de cambio climático con el fin de gestionarlos y vigilarlos. Por otro, deberá incluir variables medioambientales en sus modelos de admisión y seguimiento de sus exposiciones de crédito”, explica el experto.
El Banco Central Europeo publicó en mayo de 2020 una Guía para la gestión segura y prudente de los riesgos relacionados con el clima y medioambientales en el marco prudencial vigente de las entidades de crédito. La guía des-cribe cómo espera el BCE que las entidades:
Contemplen los riesgos relacionados con el clima y medioambientales al formular y aplicar su estrategia de negocio y sus marcos de gobernanza y de gestión de riesgos.
Aumenten su transparencia mejorando su comunicación de información en relación con el clima y el medioambiente.
“La integración de las finanzas sostenibles en la gestión de los bancos es sumamente importante para evitar una burbuja verde. No debemos confundir una financiación sostenible en términos de rentabilidad con una financiación sostenible desde el punto de vista medioambiental. Aunque la financiación esté ligada al cumplimiento de indicadores sostenibles, las entidades financieras deben evaluar que la fijación de precios de los préstamos de la entidad refleje los diferentes costes, incluyendo a partir de ahora los propios riesgos relacionados con el clima y medioambientales que pudieran tener un impacto material”, explica Arturo Zamarriego.
2020-10-21 12:10:30