Muchos piensan que, en ausencia de tendencias definidas y en contextos de incertidumbre elevada, no hay que arriesgar con las inversiones. ¿Hay necesidad de estar siempre invertido o esa necesidad no es más que fruto de nuestra impaciencia?. Es posible que la paciencia sea una de las cualidades que más haya que desarrollar cuando hablamos de invertir. Desde este punto de vista, la liquidez es la opción de inversión por defecto, que ayuda en la protección de nuestro capital en momentos de mercado complicados o de gran incertidumbre. Nos puede ayudar a contener la volatilidad de la cartera. “A veces la descorrelación real es la propia liquidez. Es uno de los elementos que más descorrelaciona en momentos complicados de mercado, a pesar de que no dé rentabilidad”, asegura José María Luna, director de análisis de Arque Profim.

Liquidez en función del perfil

Para David Galán, director de renta variable de Bolsa General, el porcentaje de liquidez depende de qué tipo de inversor es cada uno. “Yo soy de los que pienso que la renta variable es el mercado más rentable y, por tanto, creo que hay que estar invertido casi todo el tiempo”, señala. No todo, porque hay grandes crisis y hay que intentar evitar parte de las caídas en esos momentos pero “hay que tener claro que el mercado se pasa más tiempo subiendo que bajando”. El problema es que es cierto que cuando baja lo hace más rápido que cuando sube y, de ahí, el dicho de que sube en escalera y baja en ascensor.

A su juicio, se pueden aumentar los niveles de liquidez tras periodos “en los que se ha subido mucho y, de repente, hay un techo y vemos que vienen curvas”. Pero recuerda que la liquidez ahora no se paga y que “si no estás en el mercado te estás perdiendo, en líneas generales, un 9% anual”.

La liquidez como estrategia

Otra de las opciones de trabajo con la liquidez puede ser utilizarla como garantía para poder aprovechar las oportunidades de inversión cuando aparezcan. En este sentido, Miguel Méndez, analista de Big Deal Capital, asegura que “siempre recomiendo tener una parte en liquidez por lo que pueda pasar (no menos de un 20-25 por ciento). Siempre hay acontecimientos que no podemos prever y creo que tener liquidez es oro en determinados momentos”.

Para el analista de Big Deal Capital, la clave está en acomodar la exposición y la liquidez al momento del mercado. “Si estamos en valores sólidos en los que creemos, se pueden aprovechar momentos en los que la bolsa baja con fuerza, como en las navidades pasadas, para usar esa liquidez y, por ejemplo, bajar el precio medio de entrada en esos valores”, apunta. Y otra de las opciones, según Méndez, es aprovechar esa liquidez guardada para incorporar valores con descuento en estos momentos de caídas.

Como vemos, la liquidez es otra variable más a gestionar en las carteras.